Artista Emprendedor
  • INICIO
  • TRABAJA CON NOSOTROS
    • TESTIMONIOS
    • MÉTODO ARTISTA EMPRENDEDOR
    • PROGRAMAS
    • PREGUNTAS FRECUENTES
    • SESIÓN DE EXPLORACIÓN GRATUITA
  • SOBRE LA FUNDADORA
    • PRENSA
  • BLOG
  • CONTACTO
  • INICIO
  • TRABAJA CON NOSOTROS
    • TESTIMONIOS
    • MÉTODO ARTISTA EMPRENDEDOR
    • PROGRAMAS
    • PREGUNTAS FRECUENTES
    • SESIÓN DE EXPLORACIÓN GRATUITA
  • SOBRE LA FUNDADORA
    • PRENSA
  • BLOG
  • CONTACTO

Ciclo "ELLOS LO HICIERON" # 3

Para leer o escuchar.

Mano a mano con Victoria Díaz "Limoncita"
“NO TENÉS EXCUSAS”

En esta tercera entrega del Ciclo ELLOS LO HICIERON, charlamos con Victoria Díaz, alias "Limoncita".  Artista Plástica, fundadora de LIMONCITA - Termos y Mates Diseñados con Amor.

Una Artista Emprendedora joven pero con mucha actitud y talento, en un encuentro que desborda risas, simpatía y mucho conocimiento para compartir. Un encuentro de living, de intercambio de mates, bromas, y las situaciones de incomodidad generadas por Leticia. Porque de eso se trata, de escarbar hasta que salga oro. O en este caso, mucho color...
​
Una Artista Emprendedora llena de Amor... no dejes de escucharla.

​Mano a mano con Victoria Díaz "Limoncita": "NO TENÉS EXCUSAS"​

Imagen
Leticia: No se llama Limoncita… pero así le decimos. Se llama Victoria y estamos entre mate y mate, súper distendidas, ella está un poco nerviosa (me mira con cara de odio) así que vamos a llevar esta charla como una charla de living… La diferencia es que ahora se va a enterar TODO EL MUNDO, así que no te pongas nerviosa. Vico, voy a dejar que te presentes…      

Victoria: Muchas gracias por invitarme, primero que nada, todo un honor. Soy Vicky, Victoria, Vico y Limoncita, el alter ego.

L: Ahí va, hablanos de Limoncita…

V: Empiezo de cómo surgió, quién soy yo. Porque no somos personas diferentes.

L: ¿Cómo qué no? [risas]

V: Estamos unidas... Soy de Tacuarembó, tengo 25 años, me vine a estudiar a Montevideo Bellas Artes, ya 7 años de carrera, bastante. Y surgió todo en 2012 – 2013 en uno de esos pires de madrugada que me quedaba pintando mucho. Y estaba re aburrido mi termo, estaba pintando todo, se me habían terminado las hojas… y dije: “tengo pintura sintética, voy a intervenir esto”. Y bueno, después mucha gente me empezó a preguntar si lo había comprado en algún lado, donde lo había hecho, o que cómo lo había conseguido y yo: “bueno lo hice yo” -¿Y te animás a hacerme el mío?- y dije NO. Y después como un año y algo después por distintos motivos, dejar un laburo que no me satisfacía para nada y tratando de generar un ingreso y “manijeada” de mis amigos, terminé armando un pequeño stock. Me acuerdo clarito que compré seis termos y me tomé todo el tiempo, me daba hasta vergüenza al principio.

L: ¿Por qué?

V: No sé… Porque eran mis bebés, soy muy reservada.

L: Puede ser que la vergüenza viniera por ese lugar típico de nosotros de decir “¿voy a cobrar por esto?”

V: Sí, en realidad me pasa que nunca sé que cobrar al principio. Recién ahora después de 5 años me estoy acostumbrando a sacar costo, inversión… Cero cabeza empresarial, siempre soy todo amor.

L: Bueno… Todo, todo amor… [Risas] Me interesa ese detonante que te llevó a emprender. Trabajabas en otro lado. ¿Qué pasó? Porque fue un año después… fue un proceso. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cuál fue el detonante que te llevó a fundar Limoncita?

V: Y sí… fue un proceso evidentemente. Ahora mirando para atrás me doy cuenta que lleva un rato. Estaba muy quemada, me trataban mal… un laburo promedio. Y lo dejé, y dije bueno: o hago algo que me haga feliz o bueno, me meto en otro laburo que es más de lo mismo. Así que me dijeron “¿Por qué no te venís a la feria con algo que hagas?” Yo pensé en mis cuadros, yo vivo pintando y dibujando, tengo muchas cosas. Y al final llevé mis seis termitos y me puse ahí en Tristán y me volví a casa con dos, los otros los vendí apenas los puse. Enseguida llamaron la atención, y pensé “Los vendí, ¿ahora qué hago?”
Imagen
L: Tu primera venta. Y estamos hablando de que ibas dos años de la carrera recién…

V: Y dije, bueno, puede empezar a funcionar. Si voy todos los domingos con poquitas cosas. Me puse entonces en esa dinámica: “voy todos los domingos con alguna cosita más a ver qué pasa”. Y empezó… Había gente que me traía sus termos para pintar, me tuve que hacer una página, me escribían, me pedían regalos, cosas personalizadas…

L: No hubo una planificación de tu parte parece. Uno va a los porrazos, va improvisando todo el tiempo, entre la presión de un ingreso y hacer la carrera, y la gente que te pedía. ¿Fue un poco de “estoy improvisando”?

V: Sí, sí… fue un poco de improvisar. Vamos caminando y vamos viendo que pasa. Y empezó a tener aceptación.

L: Más que aceptación… ¡Hoy Limoncita es un boom! Miles de fans en Facebook, cientos de pedidos que estás atendiendo...

V: Sí, tuve que pedirle a alguien que me atendiera los pedidos y respondiera los mensajes porque no he podido.

L: Te llaman, te encargan cosas… ¿Qué pasa cuando empezás a comercializar tu arte? ¿Cómo te sentís? Hasta qué punto soy fiel a mi filosofía artística o a veces puedo estar patinando o cediendo… Me has dicho que a veces rechazas clientes, hay cosas que no las harías…

V: Me da miedo eso, siempre le tuve a miedo. Hay cosas que me pasan, por ejemplo agarrar trabajos de otros artistas, eso no hago. Si es de un artista del momento, ilustrador o lo que sea, prefiero pedir permiso. Hay un tema de respeto, no está bueno. Es todo un tema, pero lo vas haciendo en el camino

L: Pero lo cuidás.

V: Sí. A veces prefiero, es todo un desafío los termos personalizados. Pero los prefiero, salen de la cabeza del cliente…

L: ¿A qué le decís NO? “Eso no lo hago”

V: Bueno… no sé. Me han pedido cuestiones religiosas… Le digo que no a esas cosas, o a ciertas cosas un poco extrañas…

L: Hacemos un recreo… (Esto es chusmerío, aviso por las dudas) ¿Qué es lo más raro que te han pedido? Cosas que salen de tu comprensión.

V: Se me viene ahora cuando querían un Cristo que dijera el nombre de la abuela, un Cristo muy loco [risas] Y tal vez no llegué a comprender, no sé, porqué esa persona querría andar con eso por la calle muy contento. Sí, hay cosas que tuve que decir que no.

L: O derivás

V: Sí, podría también. Pero hay cosas que realmente salen de mi comprensión

L: Si bien ahora eso es más esperable porque Limoncita está tapada de pedidos, con esperas de tres semanas o más, no es un tema de que ahora digas NO porque tenés pedidos, porque te va bien, si no que siempre fue tu forma de trabajar. “Yo respeto mi arte y sé decir que no” Porque no siempre te fue bien…

V: No… recién ahora.


Imagen
L: ¿Cómo fueron los inicios? Hay veces que los artistas se desilusionan porque los resultados demoran.

V: Sí, al principio yo tampoco le tenía mucha fe al proyecto. Necesitaba un ingreso y además me sacaba las ganas de pintar. Fue como una catarsis también, tengo ganas de pintar, y hacerlo en esto que la gente le da valor... Pero siempre fue un perfil muy tranqui, domingos en la feria con pocas cosas comparado con lo que hay ahora.

L: ¿Tenías capital al principio para invertir? ¿Cómo te arreglaste?

V: Fue medio en esa locura. La ansiedad de “es este el momento, lo hago ahora, pienso después” Y renuncié, y con esa plata, dije “bueno esto va para pagar cosas y esta otra parte se invierte en esto” Y de a poco fui generando un fondito.

L: Fuiste reinvirtiendo en el negocio.

V: Claro, iba reinvirtiendo, iba viendo cuánto me pedían, materiales, etc. Empecé a manejarme con costos, viendo dónde sacaba, las pérdidas, ganancias y todas esas cosas.

L: Vos sos Licenciada en Artes Plásticas. Una carrera de 7 años que te prepara para desempeñarte en diferentes áreas, pero al momento de emprender no te alcanzaba saber pintar. ¿A qué herramientas tuviste que recurrir que no te enseñaron en Bellas Artes y que consideramos los artistas que poco tienen que ver con el Arte?

V: A mucho, y todavía sigo aprendiendo. Cuentas, sacar costos, llevar cuenta de los pedidos, ganancia… Tampoco me gustaba cobrar algo más allá de cierta cantidad porque también tengo una cuestión de que me gusta poder llegar a todas las personas, no un producto que sea solo para cierta elite. Me gustaba que la vecina, el almacenero, todos si querían tener algo que los representara un poquito más pudieran acceder, porque me parece que es lo ideal.

L: ¿Y las herramientas de publicidad? Hay mucho boca a boca. El termo es publicidad en sí misma. Yo tengo un termo de Limoncita y ya veo que el termo camina solo y habla solo.

V: Sí, antes de hacerme la página ya era “la chica que estaba en Tristán con los termos de los colores” Pero es mucho del boca a boca seguro.

L: Pasaste de ser “la chica de los termos de colores” a ser Limoncita. ¿Por qué Limoncita?

V: Un día estaba pensando nombres y bueno, desde que soy chica que mi viejo es muy de todo lo macrobiótico, siempre nos enseñó un estilo de vida muy sano. Siempre el limón, el ajo y la naranja estaban en lo primero. Y ta pensé, “yo sería una Limoncita porque viví a limón mucho tiempo”, el limón era lo primero [risas] y también me jodían porque a veces era media ácida en alguna broma y terminé diciendo “sí, soy una limoncita ácida” y quedó eso.

L: El emprendedor tiene eso de tenerle miedo al fracaso especialmente en los primeros pasos. Pero por lo que hemos hablado, que muchos se olvidan: ¿qué pasa cuando llega el éxito? Porque también existe el miedo al éxito. ¿Te pasó algo así en el boom de Limoncita?

V: Sí… me desbordó bastante. Un día pasé desde las 10 am a las 4 pm contestando mensajes, no podía hacer nada más. Busqué ayuda, me di cuenta que conmigo sola no bastaba. Es el momento en que me di cuenta que tenía que buscar un equipo de trabajo, pasar a la otra fase, porque sola no doy abasto.

L: ¿Qué pasaba con vos Victoria a nivel emocional? ¿Cómo lo llevás?

V: Me movió bastante, nunca esperé que pasara eso. Tuve unos días para pensar. “Qué loco, pensar que yo empecé así…” Ahora hay gente que le interesa lo que hago y me escribe desde el interior para llevar cosas, que me encantaría. Pero realmente sentía que no iba a dar abasto ni poder conformar a todo el mundo. Fue como una crisis de no poder con todo, si no llego, de porqué lo estoy haciendo. De parar un poco y pensar bien “te estás estresando, te estás poniendo ansiosa”

L: Está bueno hablarlo porque cuando alguien ve a un emprendedor o artista que le está yendo bien ya lo asociamos inmediatamente con la alegría, con la euforia, pero a veces no es así, a veces el éxito nos agarra mal parados y la crisis pasa a ser como un hermano del emprendedor, pasamos del “me va mal” a “me va bien” Vos pasaste por las dos cosas y sos testigo de que todo eso genera crecimiento
​

V: Yo fui criada así y siempre pienso lo mismo: las cosas que uno hace desde el amor, con un amor de ser sincero con lo que estás haciendo, siendo comprometido, y tenés un porqué, siempre van a llegar a buen puerto, porque no hay manera de que algo en lo que ponés toda tu energía y todo el amor del mundo para hacerlo termine mal. Por más que pasen cosas en el camino, por más que a veces te decepcionás o te ponen trancas, siempre las cosas con las que estás comprometido salen bien.

Imagen
L: Y acá viene la pregunta del millón: ¿se puede vivir del Arte en Uruguay? ¿Se puede vivir de lo que amás?

V: Yo que sé, yo tengo 25 años y no tengo la verdad de las verdades, llevo muy poco en el planeta Tierra, pero en estos 25 años digo que sí. Si realmente le ponés garra y ganas y vas para adelante no tenés excusas.

L: Siempre ir para adelante, no dejar que la vida te pase. ¿Qué pasó con tus momentos de fracaso?

V: Fue un tema personal que en un momento me hizo replantearme algunas cosas: ¿por qué lo estás haciendo? ¿Porque me hace feliz? ¿Por plata? Y bueno sí, hubo algunos momentos… no sé mirando para atrás si les diría fracasos. Son momentos necesarios que generan crecimiento por otro lado. Después viene lo mejor. Hay que estar atento y confiar. Si lo hacés desde el amor y la verdad, todo sale a la luz después.

L: Eso… ¿qué pasa con el artista y la plata? ¿Por qué nos cuesta cobrar y ponerle valor a nuestro trabajo? ¿Te pasó a vos?

V: Al principio porque te pasa que no tenés un negocio tipo almacén de cosas que vienen de otro lado y viene alguien y se las lleva y listo. Sos vos en todo lo que hacés. Lo que hay, lo que pintás, tus ilustraciones, todo tiene mucho de vos. Vivís para eso todo el día. Te levantás y pintás, todo el día en eso. Y cuesta porque es algo súper personal y es un pedacito de vos a lo que tenés que ponerle un precio y esto es lo que cuesta. Pero te vas amoldando, vas pidiendo ayuda…

L: A ver, vos hiciste una carrera ¿Sentís que hace falta en la formación académica del artista algún tipo de formación al respecto?

V: Sí, quizás justo en la carrera que cursé no apunta mucho a eso. Luego que terminás recién ahí verás para que rama tomás. Yo pienso que estaría bueno tener conciencia que si querés que eso te dé un poquito más, que te genere un ingreso digno para poder seguir haciendo lo que te gusta, quizás estaría bueno implementarlo. Pero vos tenés un plan así…

L: No a nivel universitario…

V: La verdad no lo había pensado.

L: Ah… acá estamos para revolver tus pensamientos. ¿Cuáles son tus mayores obstáculos o fueron, al momento de armar el proyecto, y hoy al momento de sostenerlo?

V: El mayor fue que nunca pensé que iba a terminar así. Ni tampoco empecé con la cabeza de generar un emprendimiento o vivir de esto. Fue más como “puedo hacerlo, hacer lo que me gusta y si saco algunos pesos de esto estaría buenísimo” Mis primeros obstáculos fueron cuando me encontré con todo un mundo de “si quiero que me entregues 12 termos pintados de tal cosa, ¿cuánto me cobrás?” Era más lo externo, lo que recibía…

L: El sistema de la oferta y la demanda…

V: Qué le digo, qué cuentas saco… cómo hago. Claro.

L: Y a nivel de desarrollo de un proyecto, ¿considerás que Uruguay es un país amistoso para emprender, desde la legalidad y todo lo que te conlleva mantener este proyecto funcionando?

V: Y… es un poco complejo. Pero bueno, con ganas e insistiendo, las cosas salen. Pero quizás podría ser un poquito más amigable con los pequeños que estamos peleando.

L: En el tema del crecimiento del artista con respecto al emprendimiento: al artista le cuesta que le digan empresario. ¿Por qué? Además de ser una Licenciada en Artes Plásticas tenés una empresa. ¿Te molesta la palabra empresaria?

V: Sí… me molesta un poco [risas]

L: ¿Por qué?

V: Bueno, no sé…cosas, temas…

L: ¿Prejuicios?

V: Quizás. No sé, me gusta decir que me gusta vivir de lo que hago. Nunca me llamo empresaria ni directora de nada.

L: Que tú no te llames no quiere decir que no asumas que lo sos.

V: Sí, claro… Pero bueno sí últimamente tuve que recurrir a mucha gente que me ayude con el tema empresarial. Incluso hasta la palabra artista a veces me rechina mucho [risas] Pero bueno, eso es para otra charla aparte. Hay para rato. Pero sí… totalmente: soy un pequeño empresario. Me estoy tratando de manejar y administrarme así que bueno, seré una pequeña empresaria tratando de vivir de lo que le gusta, y eso me basta.

L: Vamos a volver a otro tema en qué Limoncita antes se me escapó por la tangente… ¡Y acá no tenemos filtro! Tu proyecto de Limoncita inspiró proyectos similares, surgió una competencia. Ahí está la grandeza de un emprendimiento, cuando es capaz de inspirar a otros, a emularlos, a hacer algo similar. Lo que uno llama competencia es muchas veces una necesidad de imitar algo que está bien hecho. ¿Cómo te sentiste cuando pasó eso?

V: Bueno, está re bueno que lo plantees así. Me gusta… A ver, yo no soy la dueña de la verdad, ni creé el fuego ni la rueda, así que esto perfectamente podría haberle pasado a cualquiera, y de hecho le pasa. A mí me encanta que hayan más emprendimientos y cosas nuevas, y que siempre tratemos de vivir de lo que nos gusta. Que la gente sea creativa, que siempre haya para todos.

L: Abriste una puerta, y te han seguido…

V: Está buenísimo. Quizás antes de mí nunca había visto una persona que lo hiciera. Por un buen tiempo fui la muchacha de los termos de colores, y empezaron a surgir otras cosas, y me pasaba que me decían “ah, te vi en otro lado” Y no… Está buenísimo que surjan nuevas cosas. Que la gente siga emprendiendo y haciendo sus cosas. Me gusta que haya más gente que lo haga.

L: Menos mal, porque es inevitable.

V: ¡Totalmente!

L: Aparte es una señal de que gusta. De que gusta no solo a nivel de consumo si no que gusta a nivel de inspiración. Limoncita, ¿qué le dirías entonces a todos los artistas que quieren emprender y están con ese miedo de qué en Uruguay del arte no se puede vivir? ¿Qué consejo les darías?

V: Les diría que no dejen de insistir en lo que quieren. Que no dejen que las personas les digan que no pueden hacer algo porque es mentira. Que no te comas el cuento de que acá no se puede vivir de lo que a uno le gusta. Y sí, siempre te aparecen treinta personas que te van a decir que lo que estás haciendo está mal y que lo seguro va por tal lado pero hay que pensar que quizás esas personas nunca transitaron otro camino y por eso tampoco te dan la oportunidad a vos de abrirte y de caminar por otro lado. Si tenés ganas, con garra y con fuerza, y con mucha creatividad, las cosas salen.

L: Muchas gracias Victoria. Gracias por contar tu historia. Y quiero que sepan también, que Limoncita tiene una vida además de ser Limoncita: es acróbata, además, es profesora de Acrobacia en Tela, trabaja con niños haciendo voluntariado… No sabemos cómo vive, pero en sus pocas horas ella hace un montón de cosas más, así que aparte de todo… es una hacedora.
​

V: ¡Gracias a ustedes!


¡Gracias Limoncita!
Gracias por este mano a mano con Artista Emprendedor.

LIMONCITA – Termos y mates diseñados con Amor, está todos los domingos en la feria Tristán Narvaja, frente a la Facultad de Psicología, entre Uruguay y Paysandú.

Encontrala en las redes: Limoncita – Termos y Mates diseñados con Amor.


Imagen
Victoria Díaz y Leticia Mato

Entrevista realizada en: Compañía CirComedia |  Entrevistada: Victoria Díaz| Entrevista realizada por: Leticia Mato | Asistencia: Paola Núñez  | Edición: Jorge Bentancur | Idea original: Artista Emprendedor con el apoyo de CIE - Centro de Innovación y Emprendimientos ORT y Red Emprende Cultura
Ver más entrevistas del Ciclo
Imagen
Imagen
Imagen
© Artista Emprendedor - Todos los derechos reservados
Marca "Ellos lo hicieron" y las imágenes compartidas en este ciclo son propiedad de © ArtistaEmprendedor.com
El presente aviso de copyright ha sido facilitado para el libre uso de toda la comunidad Internet respetando la obligación de la citación de la fuente y la no alteración de su contenido original.

Imagen
Imagen
Imagen

​Mentoría para Artistas Escénicos
Creado por Leticia Mato

E-mail: info@artistaemprendedor.com
Oficina Central: Paraguay 1061
Montevideo, Uruguay.
​

​¡DESCARGÁ GRATIS TU E-BOOK! "LOS 5 PASOS PARA EMPRENDER CON TU PASIÓN!
Imagen

​LO ÚLTIMO DEL BLOG:
- ¿Todos podemos reinventarnos en la crisis?
- ¿Quién le pone precio a tu trabajo?
- El desequilibrio mágico

​- Chau... ¡Año bisagra!
​- Beneficios de ser un trepador


​Artista Emprendedor es un Programa de:
Imagen