Ciclo "ELLOS LO HICIERON" # 6
Para leer o escuchar.
Mano a mano con Patricia Enríquez
“LO TENÉS QUE TENER EN LA SANGRE”
En esta sexta entrega del Ciclo ELLOS LO HICIERON, tuvimos el placer de conversar con Patricia Enríquez, Licenciada en Educación Física, acróbata aérea, y fundadora de Compañía Odisea, una compañía de Circo y Entrenamiento Acrobático.
Una emprendedora joven, llena de energía y audacia que supo plasmar su huella en una Compañía y que en este encuentro mano a mano nos comparte su experiencia, aventuras y desventuras como emprendedora artística.
Divertite y aprendé mucho de las palabras de Patricia:
Una emprendedora joven, llena de energía y audacia que supo plasmar su huella en una Compañía y que en este encuentro mano a mano nos comparte su experiencia, aventuras y desventuras como emprendedora artística.
Divertite y aprendé mucho de las palabras de Patricia:
Mano a mano con Patricia Enríquez: "LO TENÉS QUE TENER EN LA SANGRE"
Leticia: Bienvenida, Patricia... Patricia Enríquez es Directora -Fundadora de Compañía Odisea, una Compañía de Circo y Entrenamiento de Acrobático y bueno ¡una amiga debo decir también! No solamente una colega del medio sino una amiga con la que he sabido trabajar mucho… y bueno, súper contenta que estés acá, Pato, voy a dejar que te presentes…
Patricia: Bueno, ¡muchas gracias! Sí, creé mi compañía bastante joven debo decir [risas] no es por decir, pero no tengo más de treinta...
L: ¡Pillada!
P: Creé de a poquito mi propia compañía, tomé mentorías con Leti, me siento también parte de CirComedia desde sus inicios, hace tres o cuatro años que estoy con CirComedia, primero como alumna, después como profesora, después de vuelta como alumna, hasta que creé mi propia compañía, Odisea.
L: Eso, ¿qué hace tu compañía?
P: Odisea es una Compañía de Circo, pero que busca un poco más que brindar talleres, busco formalizar el circo básicamente. Principalmente, a nivel profesional que los profesores que dan acrobacia en telas, específicamente me estoy dedicando en telas, estén bien formados, que den buenas clases, que no sea un “estoy haciendo un taller de telas, me pongo a dar clases...” que sea una formación de telas propiamente dicho; como CirComedia tiene su carrera en un montón de áreas, yo quiero especificarme en la parte de Profesorado porque además soy Licenciada en Educación Física entonces me interesa esa parte: formar profesores.
L: Patricia, pero no siempre fuiste emprendedora, contanos un poco de tu historia, sos súper joven, ¿qué edad tenés?
P: 27
L: Ta, mucho más que yo… pero no importa... [risas] Sos súper joven y uno dice: “te levantaste un día y fundaste Odisea.” No, tenés una historia y una trayectoria, trabajando también en relación de dependencia; contanos un poco cómo se dio ese pasaje de ser empleada a ser emprendedora.
P: Bueno, yo todavía no di ese gran paso de ser totalmente emprendedora, sigo trabajando. Soy Profesora de Educación Física en la ACJ, ahí me dieron mi primer trabajo, ahí pasé por varias áreas: fui profesora de niños, de adolescentes, de adultos y ahora estoy en un área donde estoy bastante cómoda pero que en cualquier momento… además con todo esto que me está pasando lo voy a largar para dedicarme enteramente a mi emprendimiento que es lo que realmente me gusta y amo. Sí, me costó, pero nunca di el paso hasta que no empecé mentoría.
L: De todas formas, el tema de la mentoría es algo que uno busca, cuando uno busca eso es porque ya tiene ese bicho emprendedor adentro.
P: Claro, pero hasta que no di ese gran paso de “¿esto es lo que querés?” ese cachetazo de “¿en serio estudiaste todos esos años y te enseñaron a que ibas a poder abrir tu academia?” No, la verdad que no. Salí con un montón de conocimiento pero no sabía cómo aplicarlo.
L: ¿Qué fue lo que te movió a decir “voy a hacer mentoría, quiero ser emprendedora, voy a abrir mi compañía, se puede vivir del arte”? ¿Qué fue lo que te hizo replantearte tu situación de no querer ser empleada toda tu vida y poder vivir de esto?
P: La verdad, fue en un momento clave de mi vida cuando estaba dando clases de telas en la ACJ. Para darle algo diferente a los gurises dije: "vamos a llevarlo a un teatro", y le di mi planificación anual de ese año, que como docente tenés que presentar anualmente, a mi supervisor; cuando llega el momento de ir al teatro, a una semana, me dicen “no podés salir de la ACJ” y yo “ ¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Cómo que no?! ¿Me estás diciendo que no leíste mi planificación? No puedo decirle ahora esto a los gurises.” Ellos hicieron rifas para juntar cosas porque sabía que no me iban a dar un montón de cosas, había organizado el flete para llevar los colchones, había hablado con una ingeniera amiga para colocar las telas, había hecho un MONTÓN de cosas… Y me dijeron que no, se me fue el mundo abajo.
Patricia: Bueno, ¡muchas gracias! Sí, creé mi compañía bastante joven debo decir [risas] no es por decir, pero no tengo más de treinta...
L: ¡Pillada!
P: Creé de a poquito mi propia compañía, tomé mentorías con Leti, me siento también parte de CirComedia desde sus inicios, hace tres o cuatro años que estoy con CirComedia, primero como alumna, después como profesora, después de vuelta como alumna, hasta que creé mi propia compañía, Odisea.
L: Eso, ¿qué hace tu compañía?
P: Odisea es una Compañía de Circo, pero que busca un poco más que brindar talleres, busco formalizar el circo básicamente. Principalmente, a nivel profesional que los profesores que dan acrobacia en telas, específicamente me estoy dedicando en telas, estén bien formados, que den buenas clases, que no sea un “estoy haciendo un taller de telas, me pongo a dar clases...” que sea una formación de telas propiamente dicho; como CirComedia tiene su carrera en un montón de áreas, yo quiero especificarme en la parte de Profesorado porque además soy Licenciada en Educación Física entonces me interesa esa parte: formar profesores.
L: Patricia, pero no siempre fuiste emprendedora, contanos un poco de tu historia, sos súper joven, ¿qué edad tenés?
P: 27
L: Ta, mucho más que yo… pero no importa... [risas] Sos súper joven y uno dice: “te levantaste un día y fundaste Odisea.” No, tenés una historia y una trayectoria, trabajando también en relación de dependencia; contanos un poco cómo se dio ese pasaje de ser empleada a ser emprendedora.
P: Bueno, yo todavía no di ese gran paso de ser totalmente emprendedora, sigo trabajando. Soy Profesora de Educación Física en la ACJ, ahí me dieron mi primer trabajo, ahí pasé por varias áreas: fui profesora de niños, de adolescentes, de adultos y ahora estoy en un área donde estoy bastante cómoda pero que en cualquier momento… además con todo esto que me está pasando lo voy a largar para dedicarme enteramente a mi emprendimiento que es lo que realmente me gusta y amo. Sí, me costó, pero nunca di el paso hasta que no empecé mentoría.
L: De todas formas, el tema de la mentoría es algo que uno busca, cuando uno busca eso es porque ya tiene ese bicho emprendedor adentro.
P: Claro, pero hasta que no di ese gran paso de “¿esto es lo que querés?” ese cachetazo de “¿en serio estudiaste todos esos años y te enseñaron a que ibas a poder abrir tu academia?” No, la verdad que no. Salí con un montón de conocimiento pero no sabía cómo aplicarlo.
L: ¿Qué fue lo que te movió a decir “voy a hacer mentoría, quiero ser emprendedora, voy a abrir mi compañía, se puede vivir del arte”? ¿Qué fue lo que te hizo replantearte tu situación de no querer ser empleada toda tu vida y poder vivir de esto?
P: La verdad, fue en un momento clave de mi vida cuando estaba dando clases de telas en la ACJ. Para darle algo diferente a los gurises dije: "vamos a llevarlo a un teatro", y le di mi planificación anual de ese año, que como docente tenés que presentar anualmente, a mi supervisor; cuando llega el momento de ir al teatro, a una semana, me dicen “no podés salir de la ACJ” y yo “ ¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Cómo que no?! ¿Me estás diciendo que no leíste mi planificación? No puedo decirle ahora esto a los gurises.” Ellos hicieron rifas para juntar cosas porque sabía que no me iban a dar un montón de cosas, había organizado el flete para llevar los colchones, había hablado con una ingeniera amiga para colocar las telas, había hecho un MONTÓN de cosas… Y me dijeron que no, se me fue el mundo abajo.

L: Te cortaron la creatividad.
P: Al año siguiente renuncié a ese grupo, le expliqué los motivos, yo todavía estaba contenta con la ACJ, pero eso fue un quiebre, esto no lo quiero más para mí, necesito mi espacio y tomar mis decisiones porque eso de que te frenen…
L: Coincidís entonces en que siempre hay un disparador que es buscar ese lugar que no te da el convencionalismo, el trabajo remunerado por hora como en tu caso, esa necesidad de romper con algo…
P: Sí, claramente. Fue una decisión que estoy tomando porque en realidad Odisea es relativamente nueva, no lleva un año que está creada pero está funcionando bastante bien, tenemos 40 alumnos, pero fue eso de “necesito tener mi espacio y tomar mis propias decisiones” es algo que se refleja en mí, Odisea soy yo, por eso el logo de Odisea tiene una marca de agua, un reflejo de agua, esa es básicamente la idea…
L: ¿Hace cuánto que está Odisea funcionando?
P: Abrió en setiembre de 2016, somos pollitos en esto… pasando por varios altibajos, por bastantes pozos pero saltándolos todos por encima y ahora llevándola bastante bien, creciendo de a poquito, por suerte.
L: Casi un año… En este primer año, ¿cuáles fueron las crisis, los obstáculos más difíciles? ¿qué fue lo más complicado que te tocó vivir? O ¿cuál fue ese momento que casi te hace arrepentir de emprender?
P: Sí, no hace tanto... fue en marzo…
L: Menos mal que no te citamos en marzo, si no esta entrevista no tenía sentido… [risas]
P: En realidad fue cuando me tuve que mudar del lugar en el que estaba porque habían pasado ciertas cosas que no estaban buenas, y dije “cierro, esperaré a ver qué pasa, si consigo mi lugar, porque la verdad tener un lugar alto, el alquiler, los gastos...”
L: ¿Qué requerimientos tenés con Odisea a la hora de tener un espacio?
P: Y... la altura… la altura fue lo más complicado… eso fue lo que casi me echó para atrás… Por suerte, vale decirlo, CirComedia me acogió, me abrió un espacio acá, agradezco pila a CirComedia que nos dio este espacio, que nosotros seguimos funcionando además, seguimos creciendo juntos también por un montón de convenios que tenemos, y si no fuera por CirComedia realmente Odisea no estaría funcionando…
L: No creo... Cuando uno tiene esa pasta de enfrentarse a todas las dificultades por algún lado siempre lo resuelve. Yendo más adentro, a nivel interno, ¿qué fue lo más complicado que tuviste que enfrentar de vos misma?
P: La verdad, fue todo lo que traía adentro de mis padres, desarraigarme de todos esos prejuicios, el “¿estás segura que vas a hacer eso? ¿te vas a meter en eso?” y “¿por qué no?”
L: Te daban para atrás…
P: Sí, siempre… Y, bueno no, esta vez voy para adelante, esto creo que va a funcionar. Salió por ejemplo en febrero, puse un seminario de “Cómo enseñar Acrobacia en Telas” y la mayoría de los que tenía al lado en mi familia me decían “¿estás segura?” y por suerte tuvo mucho quórum, vinieron 15 personas, y era Odisea que no era nada. Tuvimos que movernos desde diferente áreas, a nivel de promoción, pero tuvo bastante llegada a la gente, y eso estuvo muy bueno… es una de las cosas así que fue bastante complicado que a veces le comentas a alguien algo que justo estás por sacar y te dicen ¿pero estás seguro?
L: El mismo entorno, y el más íntimo irónicamente, es el que más te tira para atrás.
P: Sí, lamentablemente… Lamentablemente, no, o sea, son cosas que yo he aprendido a la larga que no se comentan, prefiero ahorrarme toda la explicación y todo pero...
L: Saber a quién contarle las cosas…
P: Exactamente.
L: ¿Sentís que tenemos un ánimo medio mezquino los uruguayos con el éxito ajeno? ¿Lo pasaste eso?
P: Sí, sí..
L: O de sentir que cuando te va bien…
P: “Algo habrá hecho...” [risas]
L: ¿Pasaste ya por eso aunque el emprendimiento sea muy joven? ¿Sentiste la marcha atrás que te ponen a veces?
P: Sí, lo he sentido y lo he vivido, de que me han comentado y he visto por Facebook y he tenido algún comentario de gente conocida: “¿y estás segura de lo que vas a hacer?”
L: No, la verdad que no… [risas] Nunca estamos seguros… Patricia, te metiste en un entorno que ya está copado, hay otras compañías, hay otras propuestas, es un mercado que está bastante invadido; especialmente la acrobacia en telas es una disciplina que se ha puesto casi como de moda, ¿cuál fue tu diferenciador?
P: Bueno, mi primer diferencial fue básicamente el Centro de Entrenamiento Acrobático, ese fue como mi primer boom, este año intentamos también promocionar el Profesorado de Acrobacia en Telas el cual no salió, pero no importa, porque seguimos… seguimos con los seminarios, ahora por ejemplo va salir el Seminario de Primeros Auxilios que justamente para formar tenés que saber, seas acróbata o seas profesor o seas quien seas, tenés que saber, son cosas básicas…
L: Fuiste consciente de que tenías que irrumpir con la innovación, que lo que te defendía a vos era la innovación…
P: Sí, la innovación y la diferenciación; yo no iba a hacer lo mismo que iban a hacer los demás. A nivel de entrenamiento, por ejemplo, yo tengo el AeroEntremiento que es un entrenamiento de dos horas, como si fueras a hacer un entrenamiento físico, pero en los aéreos.
P: Al año siguiente renuncié a ese grupo, le expliqué los motivos, yo todavía estaba contenta con la ACJ, pero eso fue un quiebre, esto no lo quiero más para mí, necesito mi espacio y tomar mis decisiones porque eso de que te frenen…
L: Coincidís entonces en que siempre hay un disparador que es buscar ese lugar que no te da el convencionalismo, el trabajo remunerado por hora como en tu caso, esa necesidad de romper con algo…
P: Sí, claramente. Fue una decisión que estoy tomando porque en realidad Odisea es relativamente nueva, no lleva un año que está creada pero está funcionando bastante bien, tenemos 40 alumnos, pero fue eso de “necesito tener mi espacio y tomar mis propias decisiones” es algo que se refleja en mí, Odisea soy yo, por eso el logo de Odisea tiene una marca de agua, un reflejo de agua, esa es básicamente la idea…
L: ¿Hace cuánto que está Odisea funcionando?
P: Abrió en setiembre de 2016, somos pollitos en esto… pasando por varios altibajos, por bastantes pozos pero saltándolos todos por encima y ahora llevándola bastante bien, creciendo de a poquito, por suerte.
L: Casi un año… En este primer año, ¿cuáles fueron las crisis, los obstáculos más difíciles? ¿qué fue lo más complicado que te tocó vivir? O ¿cuál fue ese momento que casi te hace arrepentir de emprender?
P: Sí, no hace tanto... fue en marzo…
L: Menos mal que no te citamos en marzo, si no esta entrevista no tenía sentido… [risas]
P: En realidad fue cuando me tuve que mudar del lugar en el que estaba porque habían pasado ciertas cosas que no estaban buenas, y dije “cierro, esperaré a ver qué pasa, si consigo mi lugar, porque la verdad tener un lugar alto, el alquiler, los gastos...”
L: ¿Qué requerimientos tenés con Odisea a la hora de tener un espacio?
P: Y... la altura… la altura fue lo más complicado… eso fue lo que casi me echó para atrás… Por suerte, vale decirlo, CirComedia me acogió, me abrió un espacio acá, agradezco pila a CirComedia que nos dio este espacio, que nosotros seguimos funcionando además, seguimos creciendo juntos también por un montón de convenios que tenemos, y si no fuera por CirComedia realmente Odisea no estaría funcionando…
L: No creo... Cuando uno tiene esa pasta de enfrentarse a todas las dificultades por algún lado siempre lo resuelve. Yendo más adentro, a nivel interno, ¿qué fue lo más complicado que tuviste que enfrentar de vos misma?
P: La verdad, fue todo lo que traía adentro de mis padres, desarraigarme de todos esos prejuicios, el “¿estás segura que vas a hacer eso? ¿te vas a meter en eso?” y “¿por qué no?”
L: Te daban para atrás…
P: Sí, siempre… Y, bueno no, esta vez voy para adelante, esto creo que va a funcionar. Salió por ejemplo en febrero, puse un seminario de “Cómo enseñar Acrobacia en Telas” y la mayoría de los que tenía al lado en mi familia me decían “¿estás segura?” y por suerte tuvo mucho quórum, vinieron 15 personas, y era Odisea que no era nada. Tuvimos que movernos desde diferente áreas, a nivel de promoción, pero tuvo bastante llegada a la gente, y eso estuvo muy bueno… es una de las cosas así que fue bastante complicado que a veces le comentas a alguien algo que justo estás por sacar y te dicen ¿pero estás seguro?
L: El mismo entorno, y el más íntimo irónicamente, es el que más te tira para atrás.
P: Sí, lamentablemente… Lamentablemente, no, o sea, son cosas que yo he aprendido a la larga que no se comentan, prefiero ahorrarme toda la explicación y todo pero...
L: Saber a quién contarle las cosas…
P: Exactamente.
L: ¿Sentís que tenemos un ánimo medio mezquino los uruguayos con el éxito ajeno? ¿Lo pasaste eso?
P: Sí, sí..
L: O de sentir que cuando te va bien…
P: “Algo habrá hecho...” [risas]
L: ¿Pasaste ya por eso aunque el emprendimiento sea muy joven? ¿Sentiste la marcha atrás que te ponen a veces?
P: Sí, lo he sentido y lo he vivido, de que me han comentado y he visto por Facebook y he tenido algún comentario de gente conocida: “¿y estás segura de lo que vas a hacer?”
L: No, la verdad que no… [risas] Nunca estamos seguros… Patricia, te metiste en un entorno que ya está copado, hay otras compañías, hay otras propuestas, es un mercado que está bastante invadido; especialmente la acrobacia en telas es una disciplina que se ha puesto casi como de moda, ¿cuál fue tu diferenciador?
P: Bueno, mi primer diferencial fue básicamente el Centro de Entrenamiento Acrobático, ese fue como mi primer boom, este año intentamos también promocionar el Profesorado de Acrobacia en Telas el cual no salió, pero no importa, porque seguimos… seguimos con los seminarios, ahora por ejemplo va salir el Seminario de Primeros Auxilios que justamente para formar tenés que saber, seas acróbata o seas profesor o seas quien seas, tenés que saber, son cosas básicas…
L: Fuiste consciente de que tenías que irrumpir con la innovación, que lo que te defendía a vos era la innovación…
P: Sí, la innovación y la diferenciación; yo no iba a hacer lo mismo que iban a hacer los demás. A nivel de entrenamiento, por ejemplo, yo tengo el AeroEntremiento que es un entrenamiento de dos horas, como si fueras a hacer un entrenamiento físico, pero en los aéreos.

L: ¿Pero lo hiciste desde la conciencia de saber que tenías que innovar? Porque a veces hay cosas que surgen hasta por accidente o por casualidad pero es diferente cuando uno va a emprender con conocimiento de dónde se mete.
P: Sí, en realidad yo investigué pila antes de crear Odisea. Inclusive cuando me metí la primera vez hice una investigación de campo a ver cuántos centros había, a qué centros se enfocaban... A mí me gusta la parte formal, también por el palo que vengo, la educación, por cómo yo me formé; y esa fue la diferencia que quise marcar con Odisea: la profesionalización, hay que valorizar el circo en el Uruguay.
L: Igual, vos como artista de circo, como acróbata, Licenciada en Educación Física, tenés una formación académica, formal y no formal… pero a la hora de formar tu propio proyecto artístico, supongo que todo eso no fue suficiente para llevar adelante el proyecto. ¿Qué sentiste que tuviste que aprender medio de golpe o a la fuerza o después de tantos años de formación artística? ¿cuáles fueron esas áreas que te sentiste como perdida?
P: En varias…
L: Porque no es lo mismo que ser artista que tener emprendimiento artístico…
P: No, ni ahí, la parte legal fue…¡pah! Tener que ir a la DGI, al BPS, hacer todos esos trámites burocráticos… no, no, no…
L: Una acróbata perdida en la ley eras…
P: ¡Tal cual! Y después que tenés que organizarte en toda la parte administrativa, yo que soy desprolija en todo…
L: Somos desprolijos los artistas en general, ya me he encontrado con esa realidad, que se encargue otro…
P: Y en delegar… delegar es lo que más me costó... La verdad, creo que estoy delegando ahora porque no tengo otra [risas]
L: Contá por qué, por qué no tenés otra…
P: Porque estoy embarazada, y bueno, hay cosas que ya no se pueden hacer, por cuidado, para poder llevar bien el embarazo, pero hay que aprender a delegar y esa fue una de las cosas que me costó: que yo sola no puedo.
L: Sí, porque el emprendimiento de uno es como su hijo…
P: Sí, eso de saber en quién confiar, a quién darle, que su perfil esté con el tuyo también, hablo por las clases específicamente, porque no es lo mismo darle tu clases de telas a alguien que no va contigo, con todo ese protocolo que va contigo, que mimás al alumno… me pasa que de repente he tenido que poner un suplente y a la otra clase te dicen “Pato, no faltes más porque no es lo mismo”
L: El pegote del alumno con el profesor… que está bueno, ¿no?
P: Sí, está bueno, pero también hay que hacer entender que cada uno tiene su perfil, ¿no? Y también llevar a que tu equipo vaya por el mismo lado, que piense lo mismo, más allá de que después haga o no, pero que más o menos vamos por la misma línea, esa es la parte que estoy fomentando y creando de a poquito y que está difícil también para aprender uno y para transmitir: la esencia de la compañía… A veces cuesta, ¿no?... El cómo liderar también…
L: Bien, sí, el liderazgo es algo que va sucediendo sobre la marcha. Dicen que algunos tenemos el gen, otros no lo tenemos el gen de liderar, pero bueno es algo que se aprende con el equipo y con la marcha, me parece…
P: Sí, tal cual, yo creo que sí…
L: Igual, creo que al ser profesora te encontraste con un terreno bastante conocido en ese sentido de liderar equipos.
P: Sí… Sí y no. Soy profesora pero siempre atendía a los intereses de alguien más, nunca era yo la que lideraba los equipos, más allá de que sí lideraba el grupo, un grupo de alumnos o de profesores, pero a nivel de dar una formación, no a nivel de un equipo docente… Yo siempre era como el Robin del Batman, nunca fui el Batman [risas]
L: Estás en la Baticueva ahora… Bueno, sos madre, sos joven, tenés tu propio emprendimiento, trabajás en otro lado como profesora, sos Licenciada en Educación Física, sos Acróbata... confirmás la teoría que ser emprendedor es un estilo de vida, no un trabajo, evidentemente, ¿cómo hacés con todo eso?
P: Sí, yo qué sé, tampoco es tan wooow. Creo que también lo tenés que tener en la sangre el tema del emprendedurismo, porque te tenés que animar a ir contra la corriente. Y una vez que te metés en eso, te gusta, a mí me gusta.
L: No hay vuelta atrás, ¿decís?
P: No, no hay vuelta atrás, a mí me gusta eso de desafiar constantemente que te digan que no y ¿por qué no? Yo te voy a demostrar que sí, que se puede y darle para adelante, y buscarle la vuelta, porque todo tiene solución en la vida, excepto la muerte, después tiene todo solución.
L: Bueno, pero capaz que tiene. Viste que estamos tan avanzados tecnológicamente que en cualquier momento nos revivimos a nosotros mismos.
P: Ay, ¡que genial!
L: ¿Por eso tu slogan?
P: Sí, el slogan porque “volar es posible” para demostrarle a todos que siempre se puede, no importa la edad, el sexo, nada… y nosotros como nos dedicamos a la parte de aéreos es demostrarte que volar es posible.
L: ¿Creés que eso define o resume un poco tu gen emprendedor?
P: Y sí, en parte sí… Porque justamente todo lo que tiene que ver con Odisea me refleja.
L: Patricia, por lo que entendí de lo que me decías, no venís de una familia de emprendedores…
P: Noooo…
L: Tampoco de una familia de artistas…
P: No, no, nada…
L: ¿Cómo fue decir en el entorno íntimo: quiero ser acróbata y encima de todo voy a tener mi propia compañía? ¿Cómo te llevó eso?
P: Fue muy duro…
L: ¿Sabés por qué te digo? Porque trabajando con jóvenes aspirantes artistas -bueno, vos lo sabés porque sos profesora, te ha tocado vivirlo- el hecho de que entran con toda la chispa de “quiero dedicarme a esto” y después cuando oficializan la noticia, empieza el caos… ¿Cómo te fue a vos con esa parte?
P: Y… en realidad al principio no tan bien. Mi madre siempre lo supo, ella siempre dijo “Pato se va a ir con el Circo,” mi padre fue muy duro “vos tenés que estudiar” era bien cuadradito, siempre lo fue, y le agradezco también en parte por todo lo que aprendí en ese trayecto de que me decidí por la Licenciatura en Educación Física.
P: Sí, en realidad yo investigué pila antes de crear Odisea. Inclusive cuando me metí la primera vez hice una investigación de campo a ver cuántos centros había, a qué centros se enfocaban... A mí me gusta la parte formal, también por el palo que vengo, la educación, por cómo yo me formé; y esa fue la diferencia que quise marcar con Odisea: la profesionalización, hay que valorizar el circo en el Uruguay.
L: Igual, vos como artista de circo, como acróbata, Licenciada en Educación Física, tenés una formación académica, formal y no formal… pero a la hora de formar tu propio proyecto artístico, supongo que todo eso no fue suficiente para llevar adelante el proyecto. ¿Qué sentiste que tuviste que aprender medio de golpe o a la fuerza o después de tantos años de formación artística? ¿cuáles fueron esas áreas que te sentiste como perdida?
P: En varias…
L: Porque no es lo mismo que ser artista que tener emprendimiento artístico…
P: No, ni ahí, la parte legal fue…¡pah! Tener que ir a la DGI, al BPS, hacer todos esos trámites burocráticos… no, no, no…
L: Una acróbata perdida en la ley eras…
P: ¡Tal cual! Y después que tenés que organizarte en toda la parte administrativa, yo que soy desprolija en todo…
L: Somos desprolijos los artistas en general, ya me he encontrado con esa realidad, que se encargue otro…
P: Y en delegar… delegar es lo que más me costó... La verdad, creo que estoy delegando ahora porque no tengo otra [risas]
L: Contá por qué, por qué no tenés otra…
P: Porque estoy embarazada, y bueno, hay cosas que ya no se pueden hacer, por cuidado, para poder llevar bien el embarazo, pero hay que aprender a delegar y esa fue una de las cosas que me costó: que yo sola no puedo.
L: Sí, porque el emprendimiento de uno es como su hijo…
P: Sí, eso de saber en quién confiar, a quién darle, que su perfil esté con el tuyo también, hablo por las clases específicamente, porque no es lo mismo darle tu clases de telas a alguien que no va contigo, con todo ese protocolo que va contigo, que mimás al alumno… me pasa que de repente he tenido que poner un suplente y a la otra clase te dicen “Pato, no faltes más porque no es lo mismo”
L: El pegote del alumno con el profesor… que está bueno, ¿no?
P: Sí, está bueno, pero también hay que hacer entender que cada uno tiene su perfil, ¿no? Y también llevar a que tu equipo vaya por el mismo lado, que piense lo mismo, más allá de que después haga o no, pero que más o menos vamos por la misma línea, esa es la parte que estoy fomentando y creando de a poquito y que está difícil también para aprender uno y para transmitir: la esencia de la compañía… A veces cuesta, ¿no?... El cómo liderar también…
L: Bien, sí, el liderazgo es algo que va sucediendo sobre la marcha. Dicen que algunos tenemos el gen, otros no lo tenemos el gen de liderar, pero bueno es algo que se aprende con el equipo y con la marcha, me parece…
P: Sí, tal cual, yo creo que sí…
L: Igual, creo que al ser profesora te encontraste con un terreno bastante conocido en ese sentido de liderar equipos.
P: Sí… Sí y no. Soy profesora pero siempre atendía a los intereses de alguien más, nunca era yo la que lideraba los equipos, más allá de que sí lideraba el grupo, un grupo de alumnos o de profesores, pero a nivel de dar una formación, no a nivel de un equipo docente… Yo siempre era como el Robin del Batman, nunca fui el Batman [risas]
L: Estás en la Baticueva ahora… Bueno, sos madre, sos joven, tenés tu propio emprendimiento, trabajás en otro lado como profesora, sos Licenciada en Educación Física, sos Acróbata... confirmás la teoría que ser emprendedor es un estilo de vida, no un trabajo, evidentemente, ¿cómo hacés con todo eso?
P: Sí, yo qué sé, tampoco es tan wooow. Creo que también lo tenés que tener en la sangre el tema del emprendedurismo, porque te tenés que animar a ir contra la corriente. Y una vez que te metés en eso, te gusta, a mí me gusta.
L: No hay vuelta atrás, ¿decís?
P: No, no hay vuelta atrás, a mí me gusta eso de desafiar constantemente que te digan que no y ¿por qué no? Yo te voy a demostrar que sí, que se puede y darle para adelante, y buscarle la vuelta, porque todo tiene solución en la vida, excepto la muerte, después tiene todo solución.
L: Bueno, pero capaz que tiene. Viste que estamos tan avanzados tecnológicamente que en cualquier momento nos revivimos a nosotros mismos.
P: Ay, ¡que genial!
L: ¿Por eso tu slogan?
P: Sí, el slogan porque “volar es posible” para demostrarle a todos que siempre se puede, no importa la edad, el sexo, nada… y nosotros como nos dedicamos a la parte de aéreos es demostrarte que volar es posible.
L: ¿Creés que eso define o resume un poco tu gen emprendedor?
P: Y sí, en parte sí… Porque justamente todo lo que tiene que ver con Odisea me refleja.
L: Patricia, por lo que entendí de lo que me decías, no venís de una familia de emprendedores…
P: Noooo…
L: Tampoco de una familia de artistas…
P: No, no, nada…
L: ¿Cómo fue decir en el entorno íntimo: quiero ser acróbata y encima de todo voy a tener mi propia compañía? ¿Cómo te llevó eso?
P: Fue muy duro…
L: ¿Sabés por qué te digo? Porque trabajando con jóvenes aspirantes artistas -bueno, vos lo sabés porque sos profesora, te ha tocado vivirlo- el hecho de que entran con toda la chispa de “quiero dedicarme a esto” y después cuando oficializan la noticia, empieza el caos… ¿Cómo te fue a vos con esa parte?
P: Y… en realidad al principio no tan bien. Mi madre siempre lo supo, ella siempre dijo “Pato se va a ir con el Circo,” mi padre fue muy duro “vos tenés que estudiar” era bien cuadradito, siempre lo fue, y le agradezco también en parte por todo lo que aprendí en ese trayecto de que me decidí por la Licenciatura en Educación Física.

Paola: E hiciste un mix…
P: En realidad fue la vida que me llevó también a eso, mirá que yo casi hago Biología Marina, me hubiera ido a la Facultad de Ciencias…
L: ¿Por qué? Bueno, todos, yo quería ser dentista…
P: Y bueno, las vueltas de la vida me llevaron a la Educación Física y… bueno, mirá cómo arranqué con la Acrobacia en Telas… ¿se acuerdan cuando asumió Tabaré Vázquez? Había telas alrededor de todo el Palacio que estaban haciendo, fue la primera vez y dije “yo quiero hacer eso” , tenía 17 años, imaginate, me tomé un año sabático saliendo del liceo, que mi padre fue tipo “¡nooooo!”
L: ¿Cómo un año sabático? ¡Vaga!
P: Trabajé, trabajé, trabajaba para poder pagarme la acrobacia en telas… Empecé ahí en la Plaza Siete a hacer acrobacia y empecé a investigar después que empecé a hacer Educación Física. Entré a buscar lugar para hacer acrobacia pero más formal y encontré CirComedia. Después de un año de empezar CirComedia, me metí realmente en lo que es realmente la carrera acá. Y yo convenciendo a mi padre “estoy haciendo una carrera ahí en CirComedia...”
L: La palabra “carrera” lo maquillaba un poco…
P: “Porque vos imaginate que con la carrera y con la Licenciatura me va a ir re bien, voy a poder conseguir trabajo” y ahí lo convencí, porque si no, me iba a decir que no y lo pagaba él, imaginate… Ta, terminé la Licenciatura, terminé la carrera, yo estaba re copada, mis padres cada vez que me iban a ver al teatro casi infartaban, se morían, hasta que un día me dijeron “no te vamos a ver más.” [risas] Después cuando les dije que iba a poner mi propio emprendimiento, que iba a crear Odisea, que ya había hecho todas las movilizaciones quedaron duros, no sabían qué hacer, porque me había manejado yo sola y no les había dicho nada. Quedaron como “bueno, si es lo que vos querés” y hasta que no vieron que empezó a crear, que me empezaron a ayudar, que vieron que eso estaba todo pronto, dieron “la verdad no esperaba que hicieras todo esto.”
L: “Pensé que lo decías en broma o que ibas a demorar.”
P: Y ahora me están apoyando por suerte en ese sentido, igual hay cosas que no les comento mucho todavía… en el riesgo, en todo lo que tengo que afrontar…
L: Eso me interesa tocar, ¿qué pasa con el riesgo? Cuando uno se mete en esta carrera emprendedora de lo que sea, carpintero, acróbata, actor, carnicero, da lo mismo… estamos todo el tiempo codeándonos con el riesgo, creo que la diferencia es que uno calcula los riesgos antes de tomarlos, pero los toma igual. ¿Sentís que en vos está eso? También creo que en paralelo a tu oficio que estás todo el tiempo arriesgándote, vivís con la adrenalina de la caída de las alturas, del vértigo… ¿Sentís que te pasa algo así con esto de emprender a pesar del miedo que pasás y de todas las crisis que has comentado?
P: Sí, siempre… El riesgo lo afrontamos siempre. Si largás un taller nuevo, algo nuevo, bueno, ¿esto va a funcionar? Pero evaluás mucho antes de largarlo, antes de hacer algo. Pero sí, el riesgo es algo que nos gusta…
L: ¿Y funciona? Si vos decís “esto va a funcionar”, ¿funciona siempre?
P: No, hay cosas que no funcionan, pero ahí tenés que parar, pensar bien por qué no salió y volver a intentarlo.
L: Arreglarlo, reciclarlo y volver a intentarlo.
P: Sí, sí.
L: Porque se ven las ganadas, se ve lo que funciona, pero está bueno cuando uno se mete en esta cosa interna a indagar y que ustedes sin pelos en la lengua como emprendedores nos cuenten todo: no siempre funcionan las cosas que hacemos. Vos tuviste un montón de fracasos en este año ya, me imagino. ¿Cómo los ves hoy?
P: Y yo los veo como una pequeña victoria también, porque me enseñaron a mí. Hay cosas que voy a volver a hacer y hay otras que claramente no. Y hay cosas que bueno: ¿por qué no funcionó? ¿cuál fue mi error? ¿en qué aposté más o menos? ¿por dónde ir? ¿qué objetivos no cumplí y cuáles cumplí que capaz no van acorde a eso? Me hizo razonar y ser más calculadora en ese sentido, y pensar más en los intereses de la gente y no tanto en los míos… Porque hay veces que digo “esto tiene que salir” y me emperro tanto con eso y a veces no sale…
L: Que te interesa sólo a vos…
P: ¡Claro! Y pensar también en la otra persona porque en definitiva vos estás brindando un servicio, y esa parte también es importante, porque a veces por pensar en nosotros mismos nos olvidamos.
L: Y con respecto a los inicios, ¿qué pensabas? Porque cuando uno se manda una de estas, tiene un miedo a que le pasen un montón de cosas.
P: Yo me preguntaba siempre: ¿vendrá alguien? ¿Querrá alguien tomar clases conmigo? Yo no soy nadie… Ese fue mi primer miedo, en realidad.
L: Al fracaso…
P: Sí, obvio, al fracaso, a que nadie venga… Y bueno, por suerte cuando arranqué, arranqué por lo menos con 5 personas, pero ta… es difícil igual…
L: Arrancaste con 5 y en menos de un año, estás en 40, o sea, viene bien la cosa.
P: Por suerte viene bien, marchando de a poquito y apuntando a más alto, siempre. Apuntando a generar más gente, a generar más expectativa, a crear nuevos talleres, a formar más gente porque en definitiva lo que nos interesa es formar gente. Pero sí, siempre con miedo.
L: Y supongo que vos, como docente, te enfrentás con esto que decíamos, con jóvenes que se van desilusionando o que tienen el mismo miedo que tenías vos o que les gustaría dedicarse a esto pero terminan bajándose, ¿cómo lo ves vos? ¿por qué puede ser que pase eso tan seguido?
P: Y lamentablemente por la mentalidad uruguaya, eso pasa por la mentalidad uruguaya, yo también tenía esa mentalidad… ahora la cambié porque…
L: ¿A qué te referís con “la mentalidad uruguaya”?
P: Ay, lo cuadradito “vos tenés que estudiar para tener un trabajo”, pero ¿el trabajo qué es? es ser empleado, no vas a ser empleador, básicamente es eso. Ojo que yo sigo siendo empleada, pero voy de a poquito creciendo con Odisea para poder largar todo eso y poder dedicarme solamente a Odisea. No voy a decir que es tan fácil porque no lo es, estoy justamente programando todos esos pasos para poder quedarme solamente con Odisea, pero la realidad es que tenés que pensar bien cada paso que das.
P: En realidad fue la vida que me llevó también a eso, mirá que yo casi hago Biología Marina, me hubiera ido a la Facultad de Ciencias…
L: ¿Por qué? Bueno, todos, yo quería ser dentista…
P: Y bueno, las vueltas de la vida me llevaron a la Educación Física y… bueno, mirá cómo arranqué con la Acrobacia en Telas… ¿se acuerdan cuando asumió Tabaré Vázquez? Había telas alrededor de todo el Palacio que estaban haciendo, fue la primera vez y dije “yo quiero hacer eso” , tenía 17 años, imaginate, me tomé un año sabático saliendo del liceo, que mi padre fue tipo “¡nooooo!”
L: ¿Cómo un año sabático? ¡Vaga!
P: Trabajé, trabajé, trabajaba para poder pagarme la acrobacia en telas… Empecé ahí en la Plaza Siete a hacer acrobacia y empecé a investigar después que empecé a hacer Educación Física. Entré a buscar lugar para hacer acrobacia pero más formal y encontré CirComedia. Después de un año de empezar CirComedia, me metí realmente en lo que es realmente la carrera acá. Y yo convenciendo a mi padre “estoy haciendo una carrera ahí en CirComedia...”
L: La palabra “carrera” lo maquillaba un poco…
P: “Porque vos imaginate que con la carrera y con la Licenciatura me va a ir re bien, voy a poder conseguir trabajo” y ahí lo convencí, porque si no, me iba a decir que no y lo pagaba él, imaginate… Ta, terminé la Licenciatura, terminé la carrera, yo estaba re copada, mis padres cada vez que me iban a ver al teatro casi infartaban, se morían, hasta que un día me dijeron “no te vamos a ver más.” [risas] Después cuando les dije que iba a poner mi propio emprendimiento, que iba a crear Odisea, que ya había hecho todas las movilizaciones quedaron duros, no sabían qué hacer, porque me había manejado yo sola y no les había dicho nada. Quedaron como “bueno, si es lo que vos querés” y hasta que no vieron que empezó a crear, que me empezaron a ayudar, que vieron que eso estaba todo pronto, dieron “la verdad no esperaba que hicieras todo esto.”
L: “Pensé que lo decías en broma o que ibas a demorar.”
P: Y ahora me están apoyando por suerte en ese sentido, igual hay cosas que no les comento mucho todavía… en el riesgo, en todo lo que tengo que afrontar…
L: Eso me interesa tocar, ¿qué pasa con el riesgo? Cuando uno se mete en esta carrera emprendedora de lo que sea, carpintero, acróbata, actor, carnicero, da lo mismo… estamos todo el tiempo codeándonos con el riesgo, creo que la diferencia es que uno calcula los riesgos antes de tomarlos, pero los toma igual. ¿Sentís que en vos está eso? También creo que en paralelo a tu oficio que estás todo el tiempo arriesgándote, vivís con la adrenalina de la caída de las alturas, del vértigo… ¿Sentís que te pasa algo así con esto de emprender a pesar del miedo que pasás y de todas las crisis que has comentado?
P: Sí, siempre… El riesgo lo afrontamos siempre. Si largás un taller nuevo, algo nuevo, bueno, ¿esto va a funcionar? Pero evaluás mucho antes de largarlo, antes de hacer algo. Pero sí, el riesgo es algo que nos gusta…
L: ¿Y funciona? Si vos decís “esto va a funcionar”, ¿funciona siempre?
P: No, hay cosas que no funcionan, pero ahí tenés que parar, pensar bien por qué no salió y volver a intentarlo.
L: Arreglarlo, reciclarlo y volver a intentarlo.
P: Sí, sí.
L: Porque se ven las ganadas, se ve lo que funciona, pero está bueno cuando uno se mete en esta cosa interna a indagar y que ustedes sin pelos en la lengua como emprendedores nos cuenten todo: no siempre funcionan las cosas que hacemos. Vos tuviste un montón de fracasos en este año ya, me imagino. ¿Cómo los ves hoy?
P: Y yo los veo como una pequeña victoria también, porque me enseñaron a mí. Hay cosas que voy a volver a hacer y hay otras que claramente no. Y hay cosas que bueno: ¿por qué no funcionó? ¿cuál fue mi error? ¿en qué aposté más o menos? ¿por dónde ir? ¿qué objetivos no cumplí y cuáles cumplí que capaz no van acorde a eso? Me hizo razonar y ser más calculadora en ese sentido, y pensar más en los intereses de la gente y no tanto en los míos… Porque hay veces que digo “esto tiene que salir” y me emperro tanto con eso y a veces no sale…
L: Que te interesa sólo a vos…
P: ¡Claro! Y pensar también en la otra persona porque en definitiva vos estás brindando un servicio, y esa parte también es importante, porque a veces por pensar en nosotros mismos nos olvidamos.
L: Y con respecto a los inicios, ¿qué pensabas? Porque cuando uno se manda una de estas, tiene un miedo a que le pasen un montón de cosas.
P: Yo me preguntaba siempre: ¿vendrá alguien? ¿Querrá alguien tomar clases conmigo? Yo no soy nadie… Ese fue mi primer miedo, en realidad.
L: Al fracaso…
P: Sí, obvio, al fracaso, a que nadie venga… Y bueno, por suerte cuando arranqué, arranqué por lo menos con 5 personas, pero ta… es difícil igual…
L: Arrancaste con 5 y en menos de un año, estás en 40, o sea, viene bien la cosa.
P: Por suerte viene bien, marchando de a poquito y apuntando a más alto, siempre. Apuntando a generar más gente, a generar más expectativa, a crear nuevos talleres, a formar más gente porque en definitiva lo que nos interesa es formar gente. Pero sí, siempre con miedo.
L: Y supongo que vos, como docente, te enfrentás con esto que decíamos, con jóvenes que se van desilusionando o que tienen el mismo miedo que tenías vos o que les gustaría dedicarse a esto pero terminan bajándose, ¿cómo lo ves vos? ¿por qué puede ser que pase eso tan seguido?
P: Y lamentablemente por la mentalidad uruguaya, eso pasa por la mentalidad uruguaya, yo también tenía esa mentalidad… ahora la cambié porque…
L: ¿A qué te referís con “la mentalidad uruguaya”?
P: Ay, lo cuadradito “vos tenés que estudiar para tener un trabajo”, pero ¿el trabajo qué es? es ser empleado, no vas a ser empleador, básicamente es eso. Ojo que yo sigo siendo empleada, pero voy de a poquito creciendo con Odisea para poder largar todo eso y poder dedicarme solamente a Odisea. No voy a decir que es tan fácil porque no lo es, estoy justamente programando todos esos pasos para poder quedarme solamente con Odisea, pero la realidad es que tenés que pensar bien cada paso que das.

L: Y supongo que a vos también te tocó eso de “¿A qué te dedicás?” “Soy acróbata” “Ah, bueno, pero ¿de qué trabajas?” Este speech clásico que tenemos con la gente cuando comentamos a lo que nos dedicamos, o peor cuando decís “trabajo en el circo.” Yo creo que la gente se debe visualizar que vamos con los enanos y con los aros de ula ula tirando clavas por ahí…
P.N.: ¿No? [Risas]
L: No, no, no... bah, no sé, yo no...
P: Eso es algo loco porque yo cuando me presento, me presento primero como acróbata y después como Licenciada, no sé por qué, pero es algo que me nace.
L: ¿Te molesta cuando te pasa eso? Que te cuestionan: ¿es un hobbie? ¿a qué te dedicas?
P: En realidad, soy acróbata, y sí, doy espectáculos, hago un montón de cosas porque se puede vivir de esto… te preguntan, pero ya hay cosas que no me molestan, es como cuando te preguntan “¿sos vegetariana? ¿y qué comés cuando vas a un asado?” es lo mismo, hay cosas que…
L: Ta, pero vos no sos vegetariana…
P: Nooooo…
L: No engañes al público, vos no sos vegetariana…
P: Ta, pero son esas cosas que a veces te ahorrás en contestar.
L: ¿Qué sentís que falta a nivel de formación artística? ¿Sentís que haría falta una formación extra en lo que nosotros hacemos para ir fomentando este gen emprendedor?
P: Y sí, esa parte falta y en todas las carreras, no solamente en la artística, en todas, en absolutamente todas… Porque lamentablemente cuando salí de la universidad, de la facultad, de la UTU, de lo que quieras, hasta del liceo, te enseñan a que tenés que seguir estudiando y tenés que pedir un trabajo, nunca generar vos un trabajo, nunca animarte…
L: Trabajás más horas, es lo que yo siempre digo, y hoy se le comentaba a una clienta: mirá que cuando tenés tu primer emprendimiento trabajás 2 o 3 veces más por día de lo que trabajarías como un empleado a sueldo.
P: Hasta en las noches, te diría yo. Te quedás pensando, de repente se te ocurrió una idea y decís “¡esto lo tengo anotar!” y empiezas ¿y cómo sería? y te dicen desde la cama “gorda, dale, vení a dormir.”
L: Como que nos apasionamos y nos pasamos de rosca.
P: Sí, yo sí, a veces sí, demasiado.
L: Pero eso es propio de que hacés lo que amás y amás lo que hacés. ¿No?
P: Sí, tal cual.
L: Respondeme entonces la pregunta del millón y la pregunta que engloba a todo este ciclo: ¿se puede vivir del arte en el Uruguay?
P: Sí, sí se puede vivir, y si no vengan a Odisea [risas]
L: ¿Qué le dirías a todas esas personas que quieren dedicarse a lo que aman, que quieren tener su proyecto, qué les dirías?
P: Y básicamente: pensá bien si es lo que amás, si es lo que amás hay solamente un camino, seguirlo aunque sea duro, seguilo… hay mentorías por todos lados, podés buscar, en cuáles te guían, porque no es fácil hacerlo solo, y vas a caer un montón de veces, pero es más fácil levantarse cuando tenés guías, alguien que te guíe, que te diga si estás haciendo bien o mal, y crear esa idea, escribirla, darle forma, ir con alguien, de última si no tenés idea…
L: Buscar apoyo, vos insistís mucho en el tema de buscar ayuda, como que fue parte muy importante de tu proceso, que no lo escuché tanto en las otras entrevistas…
P: Sí, yo sí…
L: Estamos en el país de “hágalo usted mismo” y sin embargo tú arremetiste de antemano en la entrevista con esto de “yo busqué ayuda, yo hice mentoría” ¿lo recomendás para este proceso?
P: Sí, yo sí porque yo era de las que no tenía ni idea, tenía una idea de que quería hacer algo, pero me costó darme cuenta de qué era lo que quería hasta que empecé la mentoría y ahí se me aclararon todas las ideas y dije “acá está Odisea, esto es lo que yo quiero.” Y más cuando decís quiero hacer algo que me refleje a mí.
L: Clarificaste del algo al proyecto, digamos. Pudiste construir. Porque a veces hay artistas que la tienen re clara y hay otros que tienen como ese proceso de “quiero algo pero no sé qué”, “quiero vivir de esto pero no sé cómo...”
P: Es lo mismo para mí porque yo ya quiero vivir de esto pero el camino a cómo llegar a vivir de eso hay que transitarlo y no es fácil.
L: Pero también juega mucho la convicción porque hay una diferencia entre “ojalá pudiera vivir de esto” y lo que vos decís “yo quiero vivir de esto y lo voy a hacer”, ¿cómo jugó la decisión en tu personalidad? Porque vos tenés una personalidad muy decisiva… ¿O fue algo que tuviste que construirlo y convencerte?
P: Yo soy muy de quiero esto y voy lo hago… Pero con el proyecto me costó mucho, me costó y tuve que pedir ayuda. Porque yo quería hacerlo pero no sabía cuándo, “puede esperar un poquito más, puede esperar un poquito más” hasta que me decidí.
L: Igual te decidiste súper joven…
P: Sí… pero ta...
L: “Sí…” y lo duda, te dan ganas de matarla… [risas]
P: Pero sí, era algo que viste cuando algo te latía, te palpitaba y necesitabas… estabas como inquieta, necesitabas hacerlo…
L: ¡Qué bueno que lo digas así! Como que se te salía del cuerpo…
P: Hoy por hoy puedo decir que estoy más que satisfecha, sigo en ese proceso de crecimiento…
L: Que no se termina nunca…
P: No, obviamente, con nuevos desafíos pero vengo llevándola de a poquito y bien.
L: ¿Qué se espera entonces de ahora en más de Odisea? ¿Qué se proyecta?
P: Y Odisea se proyecta para poder seguir creciendo, seguir formando, es más, el año que viene se va a largar sí el Profesorado de Acrobacia en Tela con un buen reconocimiento, por suerte, estamos gestionando bastante cosas, y un montón de cosas más, tener su local propio para el año que viene, estamos apuntando a eso...
L: ¡Que bueno eso que decís! Porque hay mucha gente que está queriendo emprender y no tiene su espacio y para vos eso no fue un impedimento, ¿no? Pudiste armar el emprendimiento, como estás haciendo ahora, usando de plataforma espacios de otras personas y eso no te detuvo. Y está bueno porque a veces esperamos que todo esté perfecto para poder concretar las cosas. En tu caso fuiste medio sobre la marcha y fuiste medio planta de interiores acoplándote ahí a todos los ambientes.
P: Sí, eso sí.
L: No esperaste que te llegara el momento, lo creaste podemos decir.
P: Sí, podemos decir, sí. Por ansiosa también fue, por ansiosa fue que se creó ahí en septiembre, “ya lo largo, ya, ya, ya, ya” y lo puse…
L: Se dio, lo trajiste. Contanos, Patricia, ¿cómo hace la gente para contactarte?
P: Tenemos una página web: ww.odiseauruguay.com si no se pueden comunicar por odisea.compania@gmail.com y por teléfono: 29020984.
L: ¿Y dónde estás ahora?
P: Estamos en Montevideo, en Paraguay 1061 entre Carlos Gardel y Durazno.
L: Muchas gracias, Patricia y… felicitaciones por doble, por el ¿niño o niña?
P: No sabemos todavía…
L: Por el acróbata que está por venir y por el proyecto de Odisea, y que siga creciendo.
P: Muchísimas gracias y gracias a ustedes por invitarme, por dejar que Odisea también crezca desde este espacio, está muy bueno lo que hacés específicamente de poder demostrar y fomentar que siempre se puede y eso es importantísimo. ¡Gracias!
P.N.: ¿No? [Risas]
L: No, no, no... bah, no sé, yo no...
P: Eso es algo loco porque yo cuando me presento, me presento primero como acróbata y después como Licenciada, no sé por qué, pero es algo que me nace.
L: ¿Te molesta cuando te pasa eso? Que te cuestionan: ¿es un hobbie? ¿a qué te dedicas?
P: En realidad, soy acróbata, y sí, doy espectáculos, hago un montón de cosas porque se puede vivir de esto… te preguntan, pero ya hay cosas que no me molestan, es como cuando te preguntan “¿sos vegetariana? ¿y qué comés cuando vas a un asado?” es lo mismo, hay cosas que…
L: Ta, pero vos no sos vegetariana…
P: Nooooo…
L: No engañes al público, vos no sos vegetariana…
P: Ta, pero son esas cosas que a veces te ahorrás en contestar.
L: ¿Qué sentís que falta a nivel de formación artística? ¿Sentís que haría falta una formación extra en lo que nosotros hacemos para ir fomentando este gen emprendedor?
P: Y sí, esa parte falta y en todas las carreras, no solamente en la artística, en todas, en absolutamente todas… Porque lamentablemente cuando salí de la universidad, de la facultad, de la UTU, de lo que quieras, hasta del liceo, te enseñan a que tenés que seguir estudiando y tenés que pedir un trabajo, nunca generar vos un trabajo, nunca animarte…
L: Trabajás más horas, es lo que yo siempre digo, y hoy se le comentaba a una clienta: mirá que cuando tenés tu primer emprendimiento trabajás 2 o 3 veces más por día de lo que trabajarías como un empleado a sueldo.
P: Hasta en las noches, te diría yo. Te quedás pensando, de repente se te ocurrió una idea y decís “¡esto lo tengo anotar!” y empiezas ¿y cómo sería? y te dicen desde la cama “gorda, dale, vení a dormir.”
L: Como que nos apasionamos y nos pasamos de rosca.
P: Sí, yo sí, a veces sí, demasiado.
L: Pero eso es propio de que hacés lo que amás y amás lo que hacés. ¿No?
P: Sí, tal cual.
L: Respondeme entonces la pregunta del millón y la pregunta que engloba a todo este ciclo: ¿se puede vivir del arte en el Uruguay?
P: Sí, sí se puede vivir, y si no vengan a Odisea [risas]
L: ¿Qué le dirías a todas esas personas que quieren dedicarse a lo que aman, que quieren tener su proyecto, qué les dirías?
P: Y básicamente: pensá bien si es lo que amás, si es lo que amás hay solamente un camino, seguirlo aunque sea duro, seguilo… hay mentorías por todos lados, podés buscar, en cuáles te guían, porque no es fácil hacerlo solo, y vas a caer un montón de veces, pero es más fácil levantarse cuando tenés guías, alguien que te guíe, que te diga si estás haciendo bien o mal, y crear esa idea, escribirla, darle forma, ir con alguien, de última si no tenés idea…
L: Buscar apoyo, vos insistís mucho en el tema de buscar ayuda, como que fue parte muy importante de tu proceso, que no lo escuché tanto en las otras entrevistas…
P: Sí, yo sí…
L: Estamos en el país de “hágalo usted mismo” y sin embargo tú arremetiste de antemano en la entrevista con esto de “yo busqué ayuda, yo hice mentoría” ¿lo recomendás para este proceso?
P: Sí, yo sí porque yo era de las que no tenía ni idea, tenía una idea de que quería hacer algo, pero me costó darme cuenta de qué era lo que quería hasta que empecé la mentoría y ahí se me aclararon todas las ideas y dije “acá está Odisea, esto es lo que yo quiero.” Y más cuando decís quiero hacer algo que me refleje a mí.
L: Clarificaste del algo al proyecto, digamos. Pudiste construir. Porque a veces hay artistas que la tienen re clara y hay otros que tienen como ese proceso de “quiero algo pero no sé qué”, “quiero vivir de esto pero no sé cómo...”
P: Es lo mismo para mí porque yo ya quiero vivir de esto pero el camino a cómo llegar a vivir de eso hay que transitarlo y no es fácil.
L: Pero también juega mucho la convicción porque hay una diferencia entre “ojalá pudiera vivir de esto” y lo que vos decís “yo quiero vivir de esto y lo voy a hacer”, ¿cómo jugó la decisión en tu personalidad? Porque vos tenés una personalidad muy decisiva… ¿O fue algo que tuviste que construirlo y convencerte?
P: Yo soy muy de quiero esto y voy lo hago… Pero con el proyecto me costó mucho, me costó y tuve que pedir ayuda. Porque yo quería hacerlo pero no sabía cuándo, “puede esperar un poquito más, puede esperar un poquito más” hasta que me decidí.
L: Igual te decidiste súper joven…
P: Sí… pero ta...
L: “Sí…” y lo duda, te dan ganas de matarla… [risas]
P: Pero sí, era algo que viste cuando algo te latía, te palpitaba y necesitabas… estabas como inquieta, necesitabas hacerlo…
L: ¡Qué bueno que lo digas así! Como que se te salía del cuerpo…
P: Hoy por hoy puedo decir que estoy más que satisfecha, sigo en ese proceso de crecimiento…
L: Que no se termina nunca…
P: No, obviamente, con nuevos desafíos pero vengo llevándola de a poquito y bien.
L: ¿Qué se espera entonces de ahora en más de Odisea? ¿Qué se proyecta?
P: Y Odisea se proyecta para poder seguir creciendo, seguir formando, es más, el año que viene se va a largar sí el Profesorado de Acrobacia en Tela con un buen reconocimiento, por suerte, estamos gestionando bastante cosas, y un montón de cosas más, tener su local propio para el año que viene, estamos apuntando a eso...
L: ¡Que bueno eso que decís! Porque hay mucha gente que está queriendo emprender y no tiene su espacio y para vos eso no fue un impedimento, ¿no? Pudiste armar el emprendimiento, como estás haciendo ahora, usando de plataforma espacios de otras personas y eso no te detuvo. Y está bueno porque a veces esperamos que todo esté perfecto para poder concretar las cosas. En tu caso fuiste medio sobre la marcha y fuiste medio planta de interiores acoplándote ahí a todos los ambientes.
P: Sí, eso sí.
L: No esperaste que te llegara el momento, lo creaste podemos decir.
P: Sí, podemos decir, sí. Por ansiosa también fue, por ansiosa fue que se creó ahí en septiembre, “ya lo largo, ya, ya, ya, ya” y lo puse…
L: Se dio, lo trajiste. Contanos, Patricia, ¿cómo hace la gente para contactarte?
P: Tenemos una página web: ww.odiseauruguay.com si no se pueden comunicar por odisea.compania@gmail.com y por teléfono: 29020984.
L: ¿Y dónde estás ahora?
P: Estamos en Montevideo, en Paraguay 1061 entre Carlos Gardel y Durazno.
L: Muchas gracias, Patricia y… felicitaciones por doble, por el ¿niño o niña?
P: No sabemos todavía…
L: Por el acróbata que está por venir y por el proyecto de Odisea, y que siga creciendo.
P: Muchísimas gracias y gracias a ustedes por invitarme, por dejar que Odisea también crezca desde este espacio, está muy bueno lo que hacés específicamente de poder demostrar y fomentar que siempre se puede y eso es importantísimo. ¡Gracias!
¡Gracias Patricia!
Gracias por este mano a mano con Artista Emprendedor.
Gracias por este mano a mano con Artista Emprendedor.
Entrevista realizada en: Compañía CirComedia Uruguay | Entrevistada: Patricia Enríquez | Entrevista realizada por: Leticia Mato | Asistencia: Paola Núñez | | Edición: Jorge Bentancur | Idea original: Artista Emprendedor con el apoyo de CIE - Centro de Innovación y Emprendimientos ORT y Red Emprende Cultura
© Artista Emprendedor - Todos los derechos reservados
Marca "Ellos lo hicieron" y las imágenes compartidas en este ciclo son propiedad de © ArtistaEmprendedor.com
El presente aviso de copyright ha sido facilitado para el libre uso de toda la comunidad Internet respetando la obligación de la citación de la fuente y la no alteración de su contenido original.
Marca "Ellos lo hicieron" y las imágenes compartidas en este ciclo son propiedad de © ArtistaEmprendedor.com
El presente aviso de copyright ha sido facilitado para el libre uso de toda la comunidad Internet respetando la obligación de la citación de la fuente y la no alteración de su contenido original.