Artista Emprendedor
  • INICIO
  • TRABAJA CON NOSOTROS
    • TESTIMONIOS
    • MÉTODO ARTISTA EMPRENDEDOR
    • PROGRAMAS
    • PREGUNTAS FRECUENTES
    • SESIÓN DE EXPLORACIÓN GRATUITA
  • SOBRE LA FUNDADORA
    • PRENSA
  • BLOG
  • CONTACTO
  • INICIO
  • TRABAJA CON NOSOTROS
    • TESTIMONIOS
    • MÉTODO ARTISTA EMPRENDEDOR
    • PROGRAMAS
    • PREGUNTAS FRECUENTES
    • SESIÓN DE EXPLORACIÓN GRATUITA
  • SOBRE LA FUNDADORA
    • PRENSA
  • BLOG
  • CONTACTO

Ciclo "ELLOS LO HICIERON" # 8

Para leer o escuchar.

Mano a mano con Cristina Ibarra 
"UNO TIENE QUE SOÑAR CON COSAS ENORMES"

Para esta entrega # 8, nos recibe en su Espacio la bailarina Cristina Ibarra. Fundadora del Estudio de Danza Espacio Pangea.

Un mano a mano entre dos mujeres emprendedoras lleno de historias de éxitos y fracasos, de lo que cuesta remarla sin que eso implique bajar los brazos.

Una bailarina emprendedora, con pocos años pero mucha trayectoria, y mucha decisión para vivir de su pasión.
Tomá nota... no te pierdas las palabras de Cristina:

​Mano a mano con Cristina Ibarra: "UNO TIENE QUE SOÑAR CON COSAS ENORMES"

Imagen
Leticia: Bienvenida Cristina al ciclo “Ellos lo hicieron”.

Cristina: Muchas gracias.

L: Estamos en el Espacio Pangea, el estudio de danza de Cristina Ibarra Aguirre. Estamos con Cristina, con Paola como siempre y con Clara, que la vamos a presentar. Clara es una gatita... así que si escuchan algún “miau”, no somos nosotras, es ella que está arriba de Cristina.

C: Se está quedando en la entrevista también.

L: Y la van a ver en las fotos también, va a posar... ya está posando.

C:
Ella aparece hasta en nuestros videos.

L: Bueno, bienvenida Clara también entonces, bienvenida Cristina. Gracias por recibirnos acá y te voy a pedir a vos que te presentes,
que nos cuentes de tu espacio, un poquito de vos, de tu trayectoria.


C: Bueno, les cuento, mi nombre es Cristina Ibarra, tengo 25 años. Este espacio, que es una escuela de danza, tiene dos años y medio, lo estamos llevando adelante con mi compañero. Tenemos clases de Ballet, de Tango, de Danza Contemporánea, de Moderna, de Jazz, de
Elongación, de Entrenamiento Físico y de Teatro Físico para bailarines. Cada tanto vamos mechando más seminarios que son los que trabajamos más.
Un poco de mi trayectoria, para hablar así una pasadita por todo. Yo empecé bailando Folklore cuando era muy chiquita. Hice la
Escuela de Música de Primaria. A los 9 hice una audición de la Intendencia que es muy maravillosa que te permite tomar clases de danza contemporánea gratuitamente.

L: ¿A los 9? ¡Súper chica!

C: Sí. Y empecé a bailar. Además de la Escuela de Música y el Folklore hacía Contemporánea. Y dos, tres años después, Ballet. Estudié en la Escuela Mu-danza muchos años, y tuve que empezar a achicar un poco porque estaba haciendo mucha música, estaba en el coro de
Montevideo y la danza y el liceo, y bueno. Hasta que llegamos necesariamente a la danza como punto focal de todo. Hice la Escuela Nacional de Danza del SODRE, en la divisón Folklore cuando todavía tenía profesorado, que ahora ya no. Y siguiendo con la danza empecé
a buscar alguna salida un poco mas profesional que acá todavía universidad de danza no había, el profesorado de danza tampoco existía, el SODRE yo ya lo estaba terminando. Empezamos a buscar otras alternativas.

L: Había que expandirse, llegaste al techo.

C: Se terminaban las opciones acá. Entonces me fui a hacer unos seminarios en Cuba. Estuve en Cuba estudiando un rato pero no me quedé. Volví y me fui a Suecia con mi mismo plan. Estuve allá tres meses, y en Dinamarca un poco también.  Me volví, y me terminé yendo
a Argentina a vivir, donde estuve 3 años. Hice parte del IUNA, la Universidad Nacional de Arte de Argentina, de una carrera que se llama TFB que es un intensivo para formación de bailarines y coreógrafos que es lo que me ha dado una base más grande, entre todo lo que hice yo creo
que es lo más fuerte, sin duda, que es una formación en Danza Contemporánea, Moderna, Jazz, Clásico, y Composición de más o menos 8 horas por día, de lunes a viernes, por 3 años. Con mucha formación como intérprete pero también con mucha formación como creadora. Y
cuando me recibí decidí que era momento de volver a Uruguay e intentar ver cómo ordenar toda esa información nueva y de alguna manera también poder transformar todo eso en un medio de vida y no seguir trabajando de otras cosas para sostener la danza. Así que me vine a
Uruguay, abrí esta escuela y al mismo tiempo entré a trabajar en Secundaria como profesora de Expresión Corporal y Danza. 

L: No me da la vida igual. Hace dos años y medio que estás, vivís en quinta, en cambio de quinta… ¡Y a mil! porque a los 22 años, a los 23 años abriste este espacio. Y antes ya habías hecho todo eso, viviste 3 años en Argentina, viajaste a Suecia, a Dinamarca, a Cuba y te
habías recibido...


C: Hubo un momento en el que me acuerdo que mi madre se estresaba mucho por eso, que estaba haciendo en la mañana el liceo hasta las 12. Después me iba a tomar clases de danza. Al mismo tiempo yo estaba trabajando en distintos grupos. En una de las primeras Compañías en las que bailé acá fue “Tierra Adentro” que es una compañía de Folklore Contemporáneo.
Imagen
Entonces iba al liceo de mañana, después tenía los ensayos, tomaba clases de Contemporánea, tomaba clases de Clásico, bailaba en otra compañía y después tenía la Escuela Nacional de Danza que era de 8 a 12 de la noche. Entonces yo terminaba saliendo a las 7 de la mañana de casa y llegaba como a la 1 de la mañana. Era bastante poco lo que dormíamos en el medio y el tiempo que podía pasar con la familia y en esa situación más de contención. Yo andaba corriendo. Los fines de semana había funciones de esto y de aquello. Estuve un rato con el Ballet de la Escuela, bailábamos en el SODRE a cada rato y yo no paraba en casa nunca.

L: No te veían la cara, te extrañaban.

C: No, igual son mis mejores fans, me siguen a todas las funciones. La verdad, una paciencia, porque a esta altura ya me han visto bailar tantas veces que no hay mucho de novedoso.

L: Te siguen igual, están ahí.

C: Si, la familia es un grupo de fans maravillosos que me han apoyado en todo.

L: Eso es súper importante, ¿no? Porque en el entorno más intimo justamente a veces tienen esa contrapartida de que “no sabés, dije en mi casa que quería vivir de la danza y me sacaron a escobazos”. ¿Lo ves eso? ¿Sentís que se les va apagando esa iniciativa? Por, a veces, el mismo entorno que considera que no es una opción para vivir.

C: Es una situación permanente que de hecho yo viví. Mi familia siempre me apoyó mucho en todas las actividades artísticas que hice y me incentivó a hacer música, danza, teatro, canto, un montón de ramas del arte, hasta de pintura tomé clases un tiempo, que me permitió también tener una formación más general y poder a esta altura dirigir obras, crear trabajos de cero, tener la escuela que quizás no me lo hubiera dado hacer sólo danza. Pero, cuando llegó el momento de decir “bueno, yo voy a vivir de esto”, pese a todo ese apoyo, también fue conflictivo, fue como bueno, yo voy a hacer una carrera de danza, pero además de danza “¿Qué vas a hacer?”.

L: “¿De qué vas a trabajar?”

C: Claro. Pero para mi era súper crítico, porque yo ya estaba haciendo a esa altura, a los 17, 16 años, una carrera de danza. Ya estaba cursando en el SODRE 4 o 5 horas por día de lunes a viernes, me estaba por recibir, ya bailaba en una compañía. Estaba haciendo muchas horas dedicadas a la danza, prácticas y teóricas. Y cuando estaba terminando el liceo fue “bueno y ¿ahora?”

L: Que ahí se esperaba de vos...

C: Claro, sí, sí, “la nena va a seguir bailando y todo muy lindo, pero va a ser arquitecta” o maestra o profesora de educación física. Era como, “bueno, si querés hacer algo más con el cuerpo podés ser profesora de educación física”. Fue difícil y fue un momento un poco crítico a nivel familiar.

L: Y vos dijiste “soy las dos, soy maestra y profesora de educación física, unifico en la danza”.

C: Soy profesora de danza. Claro, que realmente entendieran que yo iba a vivir de esto, que no era un hobby ni una actividad copada que estaba buena pero que era paralela. Ese paso de que entendieran que era mi carrera realmente fue un poco complicado pero bueno, se salvó. Y me pasa con los papás, que yo en este momento en la escuela no tengo niñas, tengo adolescentes y adultos pero de todos modos me pasa que cada tanto viene algún papá a hablar conmigo a preguntarme cosas como si tienen futuro, y de repente las chicas toman clase hace 3, 4 meses.

L: ¿Le ves condición?

C: Claro, “Yo quiero saber si le ves condiciones, si va a poder vivir de esto, porque viste que se ilusionan” como si uno…

L: Claro, como si alcanzara con moverse bien...

C: Y, además, la formación de un bailarín lleva 8, 10 años.

L: Tu vida, vos estás hablando de tu vida.

C: Yo empecé a bailar de muy chiquita y no he parado y me lo he tomado de la forma más profesional posible desde que tengo memoria. Empecé a bailar desde los 6, 7, 8 y a los 9 ya estaba haciendo un montón de técnicas y no paré hasta ahora. En realidad empecé tomando 3 clases por semana y no tomé menos de 3 clases por semana desde los 9 hasta hoy, en ningún momento más que unas vacaciones en verano. Entonces, claro, los papás tienen como esa ansiedad de saber si bueno, el mundo del arte es tan complicado si va a poder vivir del arte, sino mejor que haga otra cosa. Y en realidad...

L: Como si la otra cosa no fuera complicada tampoco.

C: Como si lo otro no fuera complicado y además como si pasara por ahí, como si necesariamente tuviera que transformarse en una fuente laboral o en el centro de su vida. No es necesario.

L: Claro, hay todo un estigma alrededor del trabajo artístico, justamente eso de que del arte no se puede vivir. ¿Sentís que hay algo que en realidad empieza por adentro? ¿Lo ves vos también?

C: Mirá, a mí me pasa mucho con el tema de manejar la escuela. Yo amo la docencia y la dirección de este proyecto. No soy una amante del marketing o la administración.

L: Es una necesidad.

C: Lo hago por necesidad pero no es algo donde me sienta realmente cómoda, siempre fui muy optimista en cuanto a que yo estaba absolutamente convencida de que iba a poder vivir de esto en alguno de sus formatos, porque en realidad la mayoría de los bailarines, más allá de que a mi particularmente la docencia me gusta, quieren vivir por lo menos por un rato de bailar y eso realmente en Uruguay es muy complicado pero por la falta de mercado que existe, la falta de compañías que tengan presupuesto. Entonces, vivir como bailarín, sólo como bailarín es muy difícil. Ahora, la danza incluye un montón de cosas y vivir como bailarín y docente y director y coreógrafo sí es posible y yo de alguna manera soy bastante terca en algunas cosas.
Yo estaba convencida que iba a ser bailarina, que iba a vivir de la danza. Entonces ahora vivo de la danza. De todos modos, sí hay una cuestión que tiene que ver mucho con los artistas, conmigo personalmente es que lo que puedo contar, que a mí no me cuesta por ejemplo, si yo me tengo que comprar una campera voy a una tienda y pago una campera, listo. No me lo cuestiono. O tengo que tomar la clase de alguien más, no me lo cuestiono. Sin embargo a la hora de poner las cuotas de mis clases, siempre tengo problemas. Siempre tengo problemas porque siempre me parece caro. Porque también me pasó que a mí me costó mucho acceder a la formación en arte, por la situación económica de mi familia buscamos becas, después yo trabajaba circunstancialmente de moza. Desde muy chiquita, fin de semana trabajaba en una fiesta como moza o en el verano hacía temporada. Entonces iba juntando y con eso que trabajaba de cualquier otra cosa me pagaba mis clases, y lo padecí bastante. Trabajaba de otras cosas mientras tenía 14, 15, 16 y de alguna manera, traslado eso a todos. Entonces, cuando hay un chico que le cuesta pagar la cuota, “bueno este mes vemos, si podés pagar un poco menos o si arreglamos”. El tema es que por un lado es la idea de la escuela, que todo el que quiera bailar, pueda bailar, que el que quiera acceder al arte pueda acceder al arte. Porque hay una cuestión de alguna manera muy elitista que el acceso a la formación es bastante difícil, pero tiene mucho que ver también con el detrimento de la valoración del trabajo de uno realmente porque yo no me cuestiono después si el abogado cobra o no por ser abogado pero sin embargo, todo el tiempo estoy yendo en contra de mi ingreso como profesional.

L: Pero este tema es mucho mas profundo y  a veces va del lugar mismo de decir, no solo al nivel de cuotas, con tal de trabajar o de figurar como extra, lo hago gratis, con tal de que me nombren, voy y toco gratis. Si me llaman, cobro un poquito menos porque tengo miedo que no me lo paguen.

C: Eso es algo que me genera un fastidio importante y que es una permanente. La escuela tiene un plan específico de economía solidaria que es de intercambio, para los chicos que realmente no pueden pagar las cuotas pero que tienen condiciones o que ya hayan sido alumnos míos en secundaria o algunas situaciones puntuales. Lo que hacemos es cambiar horas de clase por horas de trabajo en la escuela en distintos formatos. Entonces hay algunas chicas que toman 5 o 6 clases por semana, son muchas, y lo cambian por trabajos en la escuela de administración, de limpieza, de buscar cosas que hacen falta. Entonces es una manera de que yo pueda darles el espacio de que si quieren formar se forman, pero que al mismo tiempo tenga una contrapartida que es una manera de intentar trabajar en esto de  valorizar el trabajo que tiene el docente, la carrera que tiene que no es solamente las dos horas que vos tenés en el salón, son los 15 años que hace que estás trabajando para que eso sea posible. Me importa dar el espacio para los que quieren estudiar pero les cuesta y al mismo tiempo que haya una valoración.

Imagen
L: ¿Pero vos sentís que cuesta? Sos la primera bailarina del ciclo, siempre trabajamos a nivel de teatro, música, pero supongo que será lo mismo.

C: Yo creo que sí, que es una cosa permanente.

L: O cuando te piden ponerle precio a algún trabajo, a un evento y uno no lo hace con esa seguridad.

C: También me pasa, con lo mismo que con los shows como decís vos, cuando llega el momento de ponerle un valor y siempre estás en duda de cuándo debería valer. Si lo pensás en términos de cuántas horas le ponés a esto, tendría que valer tanto, y siempre ese tanto suena a mucho, y sin embargo ese mucho en otra cosa lo pagarían. 

L: A mí me han dicho “Pero por esa plata contrato una orquesta,” bueno, señora, contrate a la orquesta, no sé qué orquesta será pero hágalo"

C: Inténtelo, porque no creo. Una cuestión de poder poner el límite uno de bailo gratis si tengo ganas, pero si me vas a contratar, vale tanto. O cuando el evento es por una causa que me interesa, si es porque su hija cumple 15 años, no… Hago como un mea culpa de poder poner el límite de hasta dónde uno cede.

L: El tema es complicado cuando el entorno artístico no lo hace. Está bueno también vos  que sos docente supongo que esto lo traspasarás, porque dar clases no es solamente una técnica y te enseño a bailar, también que a medida que el alumno va avanzando y se va tomando en serio la profesión son valores que deben surgir también desde tu lado como docente.

C: Sí, la escuela tiene mucho trabajo alrededor de la técnica y mucho trabajo social con los grupos, particularmente se ha generado como una pequeña familia de la que estoy sumamente orgullosa, las y los chicos se siente realmente parte del estudio, de la casa… Hace una semana hicimos una actividad que se hace colectivamente para juntar fondos que terminan siendo de todos que después  se decide qué hacer con ellos, y se compran remeras, barras, el año pasado compramos los vestuarios para la función de fin de año. En este mismo trabajo de que todos se sientan realmente parte, trabajamos mucho el tema de cómo funciona el mundo de la danza en Uruguay, y trabajamos en que tengan herramientas para poder desarrollarse. Quizás no tanto a nivel de cómo funciona económicamente, por ahí es algo que no hemos desarrollado tanto quizá por el momento en el que están particularmente los grupitos de estudio que tengo. Quizás no es todavía el momento, pero sí de tener las herramientas de auto gestión, las herramientas de creación, para que llegado el momento si ellas quieren bailar, puedan; si ellas quieren en algún momento dar clase, sepan dónde. Con esta situación de la falta de compañías formales y un marco mas institucionalizado de la danza, la idea es que tengan todas las herramientas para que realmente puedan desarrollarse pese a... Pese a que no hay audiciones cada tres meses para una compañía, que si quieren bailar, sepan cómo alquilar un teatro, como formar un grupo, cómo hacer sus propias obras. Que puedan realmente transformarse en gestoras del proyecto que quieran llevar adelante. Porque me pasa mucho que están de alguna manera, me ha pasado siempre como docente, como estudiante con mis colegas también, esperando a que algo pase.

L: Que los llamen

C: Que nos llamen, que haya audiciones. Y eso no va a pasar hasta que alguien lo haga. No es el lugar de que “¡uy! ¡En Uruguay no hay tal cosa o tal otra!”

L: Bueno, pero eso es bien una condición, una virtud innata de ser emprendedor del que no lo es. Entre el que espera que llegue el casting de su vida, que es totalmente válido querer trabajar en una relación de dependencia. El tomarse esto como un hobby y hacerlo en el tiempo libre, es válido.

C: Todas las opciones son válidas.

L: Pero bueno, hay otros artistas que no van a esperar que alguien lo haga. Supongo que con este espacio te habrá pasado eso. Te voy a pedir que me cuentes un poco cómo fue esto ¿Cómo fue el proceso de primero decidir instalarte? Porque eras súper joven, de conseguir este espacio, de transformarlo en una escuela. ¿Cómo fue eso? Contanos un poco el proceso este que es muy inspirador.

C: Mirá, después de haber estudiado bastante en distintos lugares en distintos espacios, yo tenía mucho el proyecto a largo plazo de hacer una escuela.  Tengo la suerte de tener un compañero que me apoya y me sigue para todos lados al cual convencí de que nos viniéramos a Uruguay, porque él es argentino. Este espacio que tenemos ahora es una casa que alquilamos, una casa que era muy muy vieja y estaba en muy malas condiciones. Y de alguna manera al tener la zanahoria delante...  Y trabajé, trabajé, trabajé, de bailarina, de docente, de moza, de recepcionista, de niñera, de animadora de cumpleaños infantiles para hacer mi carrera en el exterior y me recibí. Y con esto fue un poco lo mismo, nada está como servido en bandeja, entonces alquilamos esta casa que estaba en muy malas condiciones. Pasamos 3 meses trabajando de obreros de la construcción, cosa que ninguno de los dos sabía hacer. Vimos muchos videos de Youtube. Tuvimos ayuda de mi familia que nos fue dando una mano y nos fue enseñando. Nos enseñaban como revocar y nosotros nos quedábamos semanas revocando. O, “Vengo un día y te enseño a azulejar” porque se hizo desde la instalación eléctrica de cero, la sanitaria, azulejamos el baño, la cocina. Cosas que obviamente yo no había hecho en mi vida. Revocamos todo, tiramos un par de paredes, hicimos el salón, el piso, el espejo. Pudimos transformar una casa que estaba realmente inhabitable en lo que es hoy el estudio.  Después, la recepción, después los vestuarios y así de a poquito fuimos llegando hasta donde estamos ahora.

Pero fue muy a pulmón y es muy a pulmón. Día a día decir, bueno, qué nos falta, hay que arreglar tal piso. Vemos cómo hacemos para aprender a hacer eso. Porque nunca tuvimos el presupuesto como para contratar a alguien. Contratamos en casos muy puntuales, muy poquitos días, cosas que realmente no sabíamos hacer, como por ejemplo reparar el techo que es bovedilla y que es altísimo.  Pero en todo lo demás, que de alguna manera era difícil, pero teníamos el margen para ver cómo. Fuimos aprendiendo, por un video, por un tutorial, por una ayuda de algún familiar. Por la experiencia que tenía previamente mi compañero. Por lo que sea, hasta que resolvíamos. Y así fuimos, reciclando cosas, “bueno, hay que hacer tal cosa, reciclamos el sillón, le ponemos una funda” mi abuela que me enseñaba como coser los almohadones, y así. Cada cosita que se podía hacer y viendo cual era la mejor alternativa. Y así se hizo y se hace día a día porque todos los días le agregamos una cosita más, una barra más, una cartelera más, un salón más, lo que se pueda. Que es la forma de poder sostener el espacio realmente. Y de seguir avanzando.

L: Vos estabas convencida. Es como decís vos, tenés la zanahoria adelante. “Yo quiero vivir de esto, quiero tener un espacio” y uno ahí hace cualquier cosa.

C: Yo soy, en ese sentido, muy terca. Porque de alguna manera es esa terquedad lo que me permite hacer todo lo que hice hasta ahora. Con muy poco presupuesto y con los 25 años que tengo en realidad. Y de alguna manera siempre me planteé que uno tiene que soñar con cosas enormes y después en el camino por ahí de eso enorme y delirante que yo siempre estoy así en algún proyecto gigantesco y ridículo en algún punto, pero que corriendo atrás de eso, vas a lograr un montón de cosas maravillosas. Capaz que nunca llegás a eso que realmente es delirante, pero vas a llegar a un montón de cosas fantásticas que si te hubieses planteado un objetivo mucho más cortito no hubieses vivenciado nunca. Entonces, siempre hago proyectos así enormes y un poco descontextualizados. Pero, primero, algunos de esos proyectos ya sucedieron.

L: Hoy no son tan delirantes

C: Hoy no son tan delirantes. Porque muchos de esos proyectos ya son realidades.

L: Delirante es todo lo que hiciste para estar acá, mirar videos para construir una academia.

C: En esa cosa de decir “bueno, ¿por qué no?”

L: Esa es la pregunta que te cambia todo “¿por qué no?”, en vez del “¿por qué?”

C: Si yo quiero tener una, como pensando, quería tener la carrera que tengo, ya lo hice, quería estudiar en el exterior, ya lo hice, quería tener la escuela que tengo, ya existe.

L: Y por lo que me dijiste ya están pensando en expandirse. Porque es como que ya se les ha quedado medio chico.

C: Sí, el estudio ahora tiene un solo salón y el espacio nos queda chico. Y estamos empezando a ordenar las alternativas para poder tener un espacio más grande, con un salón con características más profesionales, del mismo tamaño que la sala del teatro, que es lo que necesitamos para poder trabajar con la compañía. Y también en dirección, yo el primer año que llegué a Uruguay, que volví, fue en el 2015 y ese año hicimos Movida Joven. Armé una pequeña compañía, nos presentamos en Movida Joven, por suerte ganamos ese año. Al otro año dimos un pasito más y nos presentamos a un festival que se llama “Primavera Danza”, entonces el año pasado presenté otra obra en la sala Hugo Balzo del SODRE. Y seguimos como avanzando en paralelo todo lo que es la escuela con una compañía incipiente que empieza a tomar más forma. Para que esa compañía crezca realmente hay ciertas cosas que hacen falta, como tener un espacio más cercano a lo que es el escenario de un teatro, que suelen ser gigantescos, por lo menos los teatros que nosotros usamos. La sala Hugo Balzo debe tener como 15 metros por 16, 17, es bastante grande. Entonces hay que tener un salón de ensayo que se asemeje lo mas posible a eso, para poder hacer obras más complicadas y con más despliegue de producción. Y en ese “¿por qué no?” es eso. Bueno, ta, ya estamos acá. Esto era relativamente ridículo en algún momento, y si esto ya pasó, bueno, se sigue para adelante.

Imagen
L: Vamos a hacer cosas mas ridículas. Aumentemos la magnitud de lo ridículo a ver si podemos seguir.

C: Claro, tenemos un salón, la escuela está linda, está preciosa yo la adoro. Cuando tengamos una escuela más grande y en lugar de un salón tenga dos y que en lugar de tener las 5, 6 clases que tiene ahora, ahora somos 3 profesores trabajando. Bueno, capaz que podemos ser en lugar de 3, 10 y tener más alumnos.

L: Claro, tenés tu equipo, ya ahora no estás sola. Tenés tu equipo.

C: No, el primer año trabajé yo sola. El año pasado éramos dos docentes, ahora somos tres. Los otros dos profesores son Fabio Gonçalves que es bailarín del SODRE y Maximiliano Galaschi que es egresado del SODRE también. Los dos profesores de Ballet. Que son las materias que yo hice muchos años de Ballet pero me niego a dar clase de ello.

L: ¿Tu especialización sería en contemporáneo?

C: Yo trabajé mucho mucho en contemporáneo, en moderno y en jazz. Y es a lo que más me dedico, a las tres, me cuesta mucho elegir una. Entonces, termino dando clases de las 3 materias en distintos momentos. Trabajé mucho con la elongación y con la formación física de bailarines.  Y la otra clase con la que trabajo, que me da un placer importante es tango. Que tuve la posibilidad, además, de estudiar acá y en Argentina y de irme a bailar a Suecia unos meses. 

L: Vos bailás bailás. O sea, te gusta bailar. No discriminás nada.

C: No, he estudiado muchas cosas y me he formado más en algunas ramas que han sido como la base de mi carrera. Pero de hecho es un conflicto permanente el hecho de decir, “a mí me gusta bailar lo que sea” y como poder llevar eso a proyectos y no dejar como ninguna danza de lado, de todas las que yo siento que realmente me componen. Porque claro es muy difícil juntar en un proyecto, folklore, contemporáneo, tango, ballet.

L: Pasa que veces con 25 años y te preguntan “¿estoy en edad? ¿puedo aprender?” Porque claro, se considera, está como el estigma ese que decís vos, que si no empezás de chiquito, no podés bailar. No es así ¿verdad?

C: No, no es así. Hay ciertos límites que son reales. Cuanto más grande sos para empezar, más tenés que cuidarte. Por ahí viene una nena de 12 y hace 20 clases y se desparrama y no le pasa nada. Si empezás con 50 tenés que simplemente hacerlo con mucho más cuidado, porque tu cuerpo se adapta más lento y hay otras cosas que a veces son ya lesiones de la vida que hay que contemplar. Pero, podés empezar a bailar a cualquier edad. Después tiene mucho que ver con cuales son las aspiraciones. Si vos querés entrar al Ballet Nacional del SODRE como bailarín clásico. Sí, hay un límite. Porque la danza clásica tiene un modelo de cuerpo, un modelo de bailarín muy estigmatizado. Que tiene límites muy reales y si no empezaste de chiquito es prácticamente imposible que te dediques a ser un bailarín profesional de ballet clásico. Ahora, eso es una danza, hay millones de danzas para bailar. Y el ballet, de hecho, es una herramienta para todas esas danzas. Entonces, vos querés empezar a hacer ballet a los 40, podés, claro que podés. Y podés llegar a lugares maravillosos, ¿vas a poder llegar a ser un bailarín profesional de ballet clásico? No. Es una realidad. Ahora, vas a poder llegar a hacer cosas maravillosas con la danza clásica y con otras danzas. Hay un estigma muy grande que es el del bailarín de ballet clásico. Que no solo tiene que ver con la edad, tiene que ver con un tipo corporal.
Después vos podés hacer otro montón de cosas y empezar a los 60 y ser una mujer que baila maravillosamente, o un hombre que es otro gran estigma de la danza.

L: Ahí va, yo me quería tomar ese recreo hace un rato para preguntarte, ¿hay hombres? Vos tenés hombres acá en el estudio. Son los menos.

C: Sí, son los menos. Dependiendo del año, cuántos. Ahora de 30 alumnos, son 4 varones medio el promedio.

L: El 10%

C: Pero es algo con lo que peleamos. De hecho, con los profesores, somos 3 docentes, soy una mujer y los otros dos profes son varones. Pero es un estigma que no tiene nada que ver con nada. Un condicionamiento social que se impuso de que la danza era para las mujeres y que es una pena. Porque es algo sumamente disfrutable y que hay medio planeta que se lo pierde. Una forma de vivir en un cuerpo más sano, que lo hace como entretenimiento, que lo hace por una cuestión social, que lo hace por desarrollar la creatividad, por sacarse la vergüenza, por lo que sea. Hay una infinidad de cosas que te ofrece la danza más allá del espectáculo en sí de querer ser bailarín que también es fantástico que es a lo que yo me dedico. Pero, la danza es un mundo inmenso, maravilloso que no tiene nada que ver con ser hombre o mujer y que lamentablemente está también muy estigmatizada. Entonces, tenemos muchísimas más mujeres bailando que hombres. Que por otro lado son una necesidad porque hay un montón de danzas que necesitas el rol de la pareja. Bueno, a esta altura podemos bailar mujeres con mujeres, hombres con mujeres. Pero realmente es una pena que se siga sosteniendo a esta altura este estigma y que los hombres no vengan a tomar clases. Mucho menos aun cuando son chiquitos.

L: Lo que pasa que eso empieza ya desde chiquitos, la mamá o el papá que mandan al varón a jugar fútbol y a la nena a hacer ballet.

C: Claro, y capaz que la nena quería jugar al fútbol y el varón quería hacer ballet.

L: Claro, pero pobre del varón que se lo diga con cuatro años “quiero hacer ballet”

C: Claro, o con 7. Los varones empiezan a bailar. Los que toman la decisión de bailar como a los 17 a los 18 a los 20 cuando realmente dicen realmente “bueno, tengo ganas de hacer esto” y lo hacen. Pero es muy difícil tener alumnos varones que sean más chiquitos. Que lo hayan podido decidir y que la familia los haya llevado. De más grandes también, hay un montón de varones  que no bailaron nunca y de repente prueban a los 25, 26, 27 años porque surgió y resulta que les encantaba pero que no se lo habían permitido antes.

L: Bueno chicos, ¡están a tiempo! Que necesitamos mas hombres. Las mujeres queremos más hombres bailando.

C: Además está como esa asociación del estigma de que si un hombre baila es homosexual.

L: Sí, a su sexualidad.

C: Así que están invitados por todas las direcciones posibles a acercarse a la danza. Pero principalmente por el disfrute que es una pena que la mitad de la sociedad se pierda de esto.


Imagen
L: Cristina, volviendo al tema del emprendimiento, uno de los grandes temas que tocamos medio por arriba es el tema de la formación.  ¿Sentís que hace falta una formación que vaya mas allá de la disciplina en sí? 

C: Yo creo que sí, que en este momento hace falta. Quiero mencionar porque me parece importante que en los últimos años ha avanzado mucho Uruguay en la formación en danza. Desde el momento que yo me fui del país a ahora, se ha revolucionado todo ese mundo. El año pasado se abrió el IPA de danza que es una gran herramienta a nivel laboral. Si bien va un año, aun no hay ninguna generación de egreso. La primera generación recién está en segundo, yo estoy cursando muy poquito. Pero en ese vicio que tengo de no poder parar de formarme, también me metí ahí así que estoy cursando el IPA de danza.

L: ¿Dormís?

C: Poco, la verdad, a veces me levanto a las 3 de la mañana. Me despierto pensando en que me olvidé de preparar algo para una función. Entonces voy, lo preparo y sigo durmiendo. De todos modos (el IPA) está muy direccionado el trabajo en primaria y secundaria. No así a tener la posibilidad de gestar proyectos propios. O sea, el espacio para la formación de la autogestión en este momento yo creo que no está en ningún lado. O donde está, está de una manera muy incipiente. El otro gran espacio de formación estatal que hay es el SODRE que hace poquito abrió una nueva carrera, en este momento tiene formación en clásica que tiene esto que ya conocemos que hay que entrar de niño, pero además tiene formación en folklore, en danza contemporánea y, desde este año, en tango. Tenés que, de todos modos, para audicionar tener una formación previa, depende de qué carrera de cuánta exigencia es la audición que es donde de alguna manera hacemos agua porque está la posibilidad de formarte a nivel superior con sus límites pero superior en danza pero para eso tenés que audicionar pero no hay un espacio estatal que te dé la formación para esa audición.

L: Pero sigue siendo una formación que está muy acoplada a lo que es la formación como bailarín, ¿no? ¿Existe algún área donde se pueda trabajar la autogestión, la cultura emprendedora, las posibilidades laborales que tienen?

C: Poca, realmente poca. Sigue siendo muy estanco. Creo que una de las mayores falencias del ámbito de la danza, y quizás del mundo del arte -siendo un poco atrevida- del Uruguay es lo estanco de cada espacio: el IPA forma docentes para trabajar en el ámbito estatal, el SODRE forma futuros intérpretes para trabajar en alguna compañía equis, que de hecho muchas no hay, hay una futura carrera para investigación en danza en la UdelaR que está agarrada con pincitas pero tiene posibilidades de comenzar el año que viene, y hay un montón de cositas así… Lo más complejo es que no se interrelacionan, no hay nada que forma artistas, o sos intérprete, o docente, o investigador, pero si quieres hacer todo eso y generar tu proyecto no hay nada que te dé las herramientas para poder sostenerlo a largo plazo, ni a corto plazo tampoco. Y esos espacios podrían potenciarse muchísimo más si trabajaran juntos. Yo hice la carrera entera del SODRE y ahora estoy en el IPA y tengo que hacer todo de cero como si no hubiera hecho nada.

L: Y vos, cuando tuviste que enfrentarte a decir “quiero tener mi espacio, quiero autogestionarme” con toda la formación que tenías, que tenés… ¿qué conocimientos tuviste que aprender improvisado? Cosas que nunca se te hubiera ocurrido meterte en esa área como puede ser la administración, la publicidad, cosas que los artistas consideramos ajenas al oficio, pero que al tener un emprendimiento -por más artístico que sea- se asemeja a cualquier otro negocio y precisa las mismas herramientas…

C: Lo más complicado en mi caso personal es la difusión, el marketing y la venta. A mí me cuesta muchísimo, es algo que me genera fastidio, de hecho la escuela en estos tres años ha crecido muchísimo boca a boca porque la difusión sigue siendo muy muy básica. Los primeros meses eran 2, después 4, después 10, después 12,  después 30 pero se ha ido avanzando en  función de que por suerte a los chicos les gusta mi trabajo y mis clases y ellos les cuentan a otros y así pero la realidad es que sigo chocándome, no es que me dí contra ese muro y lo pasé, sigo chocándome contra el tema de la difusión, de los medios de prensa, de los espacios de apoyo que hay, y del concebir este emprendimiento artístico como una empresa también.

L: ¿Te chocha? ¿Vos asumís que tenés una empresa o te choca la palabra?

C: Me choca increíblemente, creo que recién este año empecé a tomármelo de esa manera, a decir, para que este proyecto pueda desarrollarse realmente tengo que concebirme dentro de este mundo de empresa.

L: Unificar estos dos conceptos “no dejo de ser artista por ser un empresario” decís empresario y poco más que les dieras un cachetazo y te dicen “ah, no, pero yo soy artista” pero no van a dejar de serlo.

C: Suena a mala palabra por muchas cosas, entre ellas por mi formación política que me genera una tirria importante pero la realidad es esa, que este emprendimiento artístico que es una escuela, un centro cultural,  no deja de ser una empresa, y para poder hacerlo crecer hay un montón de herramientas que tienen que ver con el mundo empresarial, administrativo, del marketing, inclusive de apoyos que yo sé que existen a empresarios, a nuevos emprendedores que yo desconozco absolutamente, más allá de saber que en algún lugar están, después no sé cómo acceder…

L: ¿Te pasa que te sentís ajena? Decís, ¿yo que tengo que ver con ese mundo?

C: No me siento para nada parte…

L: Bueno, te digo que yo que trabajo en ese ecosistema de emprendedores y de organizaciones para empresarios, a los artistas es como que cuando ven uno, lo abrazan, los adoran, porque el que se anima como artista… Ellos quedan como fascinados. 

PAOLA (Asistencia): De las entrevistadas me parece que es la primera, siendo de las más jovencitas, que se refiere a su emprendimiento como una empresa, así, salido de ella.

L: Exactamente… Pero a todos cuando le decís “tenés una empresa” te dicen “bueno, sí, pensándolo bien, sí.”

¡Gracias Cristina!
Gracias por este mano a mano con Artista Emprendedor.


Imagen
Cristina Ibarra con su remera de Artista Emprendedor

Entrevista realizada en: Espacio Pangea |  Entrevistada: Cristina Ibarra | Entrevista realizada por: Leticia Mato | Asistencia: Paola Núñez | | Edición: Jorge Bentancur | Idea original: Artista Emprendedor con el apoyo de CIE - Centro de Innovación y Emprendimientos ORT y Red Emprende Cultura
Ver más entrevistas del Ciclo
Imagen
Imagen
Imagen
© Artista Emprendedor - Todos los derechos reservados
Marca "Ellos lo hicieron" y las imágenes compartidas en este ciclo son propiedad de © ArtistaEmprendedor.com
El presente aviso de copyright ha sido facilitado para el libre uso de toda la comunidad Internet respetando la obligación de la citación de la fuente y la no alteración de su contenido original.

Imagen
Imagen
Imagen

​Mentoría para Artistas Escénicos
Creado por Leticia Mato

E-mail: info@artistaemprendedor.com
Oficina Central: Paraguay 1061
Montevideo, Uruguay.
​

​¡DESCARGÁ GRATIS TU E-BOOK! "LOS 5 PASOS PARA EMPRENDER CON TU PASIÓN!
Imagen

​LO ÚLTIMO DEL BLOG:
- ¿Todos podemos reinventarnos en la crisis?
- ¿Quién le pone precio a tu trabajo?
- El desequilibrio mágico

​- Chau... ¡Año bisagra!
​- Beneficios de ser un trepador


​Artista Emprendedor es un Programa de:
Imagen