Ciclo "ELLOS LO HICIERON" # 9
Para leer o escuchar.
Mano a mano con Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris
"¡HAY QUE HACERLO!"
Una entrega # 9 de lujo y rompiendo el molde: ¡un mano a mano de 3!
Nos recibieron en su Teatro, Platea Sur, Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris. Integrantes de la Compañía Teatral Aventura y miembros fundadores de esta hermosa sala ubicada en la Ciudad Vieja de Montevideo.
Hablamos de emprender en equipo, de cómo es fundar y mantener una sala teatral, y de todo lo que conlleva ser un artista emprendedor.
Ellos tienen amor a su oficio y mucha trayectoria... ¡no te pierdas esta nota!
Nos recibieron en su Teatro, Platea Sur, Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris. Integrantes de la Compañía Teatral Aventura y miembros fundadores de esta hermosa sala ubicada en la Ciudad Vieja de Montevideo.
Hablamos de emprender en equipo, de cómo es fundar y mantener una sala teatral, y de todo lo que conlleva ser un artista emprendedor.
Ellos tienen amor a su oficio y mucha trayectoria... ¡no te pierdas esta nota!
Mano a mano con Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris: "¡HAY QUE HACERLO!"
Leticia: ¡Bienvenidos! Queremos saber todo...
Álvaro: Te contamos... tenemos la Compañía Teatral Aventura desde hace bastantes años, y siempre habíamos estado por todos lados. Hemos trabajado prácticamente en todos los teatros de Montevideo. Siempre estamos encantados de trabajar en todos lados porque siempre nos han tratado muy bien. Y hace poco se nos dio la posibilidad de tener esta sala, Platea Sur. Y bueno, no lo pensábamos, pero fue una invitación linda. Acá querían que hubiera un espacio cultural, y bueno, aceptamos y nos mudamos acá como cuartel general. Pero siempre seguimos por todos lados, pero tenemos la sede aquí en Platea Sur.
Es un espacio cultural que además de hacer funciones de teatro y de alquilar la sala a otros elencos, también aquí se realizan exposiciones, presentaciones de libros…
Vivián: También talleres, de teatro, stand up, talleres literarios…
L: Multicultural digamos.
V: Exacto. Todo lo que tenga que ver con la cultura.
A: Hacemos un taller que compartimos con Carmen Tanco y Marisa Maltzman… Así que bueno. De todo un poco.
L: Bien, buenísimo el pantallazo. Ahora sí… (risas) Primero bienvenidos a este Ciclo, Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris.
A: Somos unos cuántos en el grupo. Y tenemos eso de que si tú estás en el grupo y te da para escribir hacemos todo lo posible para que hagas la obra. Y si te gusta dirigir también te ayudamos para que te conviertas en director. Todos hacen lo que quieren.
V: Vos querés entrevistar, podés entrevistar.
L: Podés ser entrevistadora, ¡gracias! (risas) Menos mal. Yo ya me mandé de atrevida y no estoy en el grupo.
A: Cada cual puede realizar sus sueños o lo que va descubriendo que quiere hacer. Lo dice y tratamos de que lo pueda hacer.
L: Ustedes son entonces un colectivo.
A: Sí, sí…
L: ¿Ustedes dos son socios y dirigen el colectivo o todos dirigen por igual? Porque siempre los veo a ustedes acá.
A: No. Porque somos los que atendemos acá a la gente, pero no…
L: ¿Cuántos son en el grupo?
A: Somos alrededor de 20 fijos. Y unos cuántos más también, que andan por ahí pero son de la familia.
L: O sea, es un emprendimiento multitudinario…
V: Sí… el año que viene Aventura cumple 30 años.
L: O sea que Platea Sur es un emprendimiento más de Aventura, porque ustedes ya tienen una trayectoria.
V: Sí… y es un emprendimiento que en realidad en principio no sabíamos bien… Cuando nos dijeron “hay un espacio…” y empezamos a ver y decís… “Pah…” Demanda tiempo, demanda gente, demanda plata, hay que ver cómo se lleva adelante. Fue un desafío. Primero decís, que divino, me pongo a pintar, me pongo a hacer… y después ves que cada vez hay que hacer más, y bueno, nos pusimos la camiseta.
A: Claro, claro… hay que darle para adelante.
L: ¿Cómo surgió específicamente la oportunidad de Platea Sur? ¿Ustedes estaban buscando abrir un espacio teatral?
V: No, nos vinieron a buscar.
A: Sí. Nos ofrecieron y nos gustó. Y bueno, se dio así. Pero no, no estábamos buscando porque, por ejemplo, hacía tanto tiempo que estábamos en el Pittamiglio que hacíamos muchos espectáculos, y después también cuando queríamos hacer sala siempre teníamos la suerte de poder hacerlo así que no estábamos buscando.
V: Y en el interior también.
L: Bueno pero aceptaron la oportunidad.
A: Claro, fue un desafío.
V: Y acá en la sala pusimos pantalla de cine también, porque queremos empezar a proyectar.
L: ¿Cómo fue el proceso de abrir la sala? Tener una sala es el sueño de muchos actores, como algo que está buenísimo. Pero nos metemos en la cocina un poco, ¿cómo fue eso de decir “acepto? ¿En qué se metieron?
V: Bueno… nos metimos en un emprendimiento que duró mucho tiempo, mucho de poner la cabeza, y aparte en cosas que no sabés porque no era pensado, no era que uno lo estaba buscando.
A: Arquitectónicamente ya tenía posibilidades, no había que hacerle demasiado. No había que ponerse a levantar paredes ni tirarlas, entonces más o menos funcionaba. Claro, había que construir el escenario, que eso vino un querido amigo a hacerlo que se ofreció.
V: Pedir las habilitaciones…
A: Poner las luces, habilitaciones, comprar las sillas… bueno, una cantidad de cosas.
L: ¿Tenían capital ustedes para invertir?
V: Más o menos…
L: ¿Tuvieron que recurrir a préstamos?
V: No, nosotros somos una cooperativa y en cada función que hacemos dejamos un fondo para el grupo.
Álvaro: Te contamos... tenemos la Compañía Teatral Aventura desde hace bastantes años, y siempre habíamos estado por todos lados. Hemos trabajado prácticamente en todos los teatros de Montevideo. Siempre estamos encantados de trabajar en todos lados porque siempre nos han tratado muy bien. Y hace poco se nos dio la posibilidad de tener esta sala, Platea Sur. Y bueno, no lo pensábamos, pero fue una invitación linda. Acá querían que hubiera un espacio cultural, y bueno, aceptamos y nos mudamos acá como cuartel general. Pero siempre seguimos por todos lados, pero tenemos la sede aquí en Platea Sur.
Es un espacio cultural que además de hacer funciones de teatro y de alquilar la sala a otros elencos, también aquí se realizan exposiciones, presentaciones de libros…
Vivián: También talleres, de teatro, stand up, talleres literarios…
L: Multicultural digamos.
V: Exacto. Todo lo que tenga que ver con la cultura.
A: Hacemos un taller que compartimos con Carmen Tanco y Marisa Maltzman… Así que bueno. De todo un poco.
L: Bien, buenísimo el pantallazo. Ahora sí… (risas) Primero bienvenidos a este Ciclo, Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris.
A: Somos unos cuántos en el grupo. Y tenemos eso de que si tú estás en el grupo y te da para escribir hacemos todo lo posible para que hagas la obra. Y si te gusta dirigir también te ayudamos para que te conviertas en director. Todos hacen lo que quieren.
V: Vos querés entrevistar, podés entrevistar.
L: Podés ser entrevistadora, ¡gracias! (risas) Menos mal. Yo ya me mandé de atrevida y no estoy en el grupo.
A: Cada cual puede realizar sus sueños o lo que va descubriendo que quiere hacer. Lo dice y tratamos de que lo pueda hacer.
L: Ustedes son entonces un colectivo.
A: Sí, sí…
L: ¿Ustedes dos son socios y dirigen el colectivo o todos dirigen por igual? Porque siempre los veo a ustedes acá.
A: No. Porque somos los que atendemos acá a la gente, pero no…
L: ¿Cuántos son en el grupo?
A: Somos alrededor de 20 fijos. Y unos cuántos más también, que andan por ahí pero son de la familia.
L: O sea, es un emprendimiento multitudinario…
V: Sí… el año que viene Aventura cumple 30 años.
L: O sea que Platea Sur es un emprendimiento más de Aventura, porque ustedes ya tienen una trayectoria.
V: Sí… y es un emprendimiento que en realidad en principio no sabíamos bien… Cuando nos dijeron “hay un espacio…” y empezamos a ver y decís… “Pah…” Demanda tiempo, demanda gente, demanda plata, hay que ver cómo se lleva adelante. Fue un desafío. Primero decís, que divino, me pongo a pintar, me pongo a hacer… y después ves que cada vez hay que hacer más, y bueno, nos pusimos la camiseta.
A: Claro, claro… hay que darle para adelante.
L: ¿Cómo surgió específicamente la oportunidad de Platea Sur? ¿Ustedes estaban buscando abrir un espacio teatral?
V: No, nos vinieron a buscar.
A: Sí. Nos ofrecieron y nos gustó. Y bueno, se dio así. Pero no, no estábamos buscando porque, por ejemplo, hacía tanto tiempo que estábamos en el Pittamiglio que hacíamos muchos espectáculos, y después también cuando queríamos hacer sala siempre teníamos la suerte de poder hacerlo así que no estábamos buscando.
V: Y en el interior también.
L: Bueno pero aceptaron la oportunidad.
A: Claro, fue un desafío.
V: Y acá en la sala pusimos pantalla de cine también, porque queremos empezar a proyectar.
L: ¿Cómo fue el proceso de abrir la sala? Tener una sala es el sueño de muchos actores, como algo que está buenísimo. Pero nos metemos en la cocina un poco, ¿cómo fue eso de decir “acepto? ¿En qué se metieron?
V: Bueno… nos metimos en un emprendimiento que duró mucho tiempo, mucho de poner la cabeza, y aparte en cosas que no sabés porque no era pensado, no era que uno lo estaba buscando.
A: Arquitectónicamente ya tenía posibilidades, no había que hacerle demasiado. No había que ponerse a levantar paredes ni tirarlas, entonces más o menos funcionaba. Claro, había que construir el escenario, que eso vino un querido amigo a hacerlo que se ofreció.
V: Pedir las habilitaciones…
A: Poner las luces, habilitaciones, comprar las sillas… bueno, una cantidad de cosas.
L: ¿Tenían capital ustedes para invertir?
V: Más o menos…
L: ¿Tuvieron que recurrir a préstamos?
V: No, nosotros somos una cooperativa y en cada función que hacemos dejamos un fondo para el grupo.

L: Fue un proyecto bien auto gestionado.
V: Sí, pero mucho con el apoyo de COFONTE también. Nos ha ayudado en varias cosas. Cada día te vas dando cuenta que hay algo que falta, y que mejorar.
A: Y gracias también a que nosotros somos miembros de la Federación Uruguaya de Teatro Independiente (FUTI) entonces tenemos también ese apoyo.
L: Después de tantos años de trayectoria también confiaron en ustedes, sabiendo que de este proyecto iban a hacer algo bueno.
V: Claro, nos prestaron desde luces y todo… Al principio estábamos adelante ahí con una sillita y la consola. Después más adelante hicimos la cabina. Después tuvimos que hacer tarimas…
L: O sea no esperaron a que estuviera ideal. Abrieron como estaba y empezaron a mejorarlo.
A: Claro… y te das cuenta que necesitás técnicos fijos…
V: Lo bueno también de esto es que uno fue aprendiendo, fue conociendo, vas conociendo gente, te vas vinculando, vas sabiendo de ciertas cosas que necesitás, y te das cuenta de todas las otras salas, los otros colegas, de lo que necesitan. Que necesitás que vengan los bomberos… Son un montón de cosas. Vos te pensás que es “abro la puerta y ta” no…
L: Sí, que el espacio está lindo y ya sirve.
A: Uno veo otras salas y piensan que tienen ya todo digerido y todo bien, pero no… Todo cuesta, da trabajo, y lo vivimos también nosotros.
V: Y lo bueno también es que hemos dado trabajo a un montón de gente, y eso nos hace sentir bárbaro.
A: También con grupos que recién empezaban y querían hacer un espectáculo y lo hicieron acá por primera vez. Es muy lindo recibir a gente que recién empieza y ayudarlos a que tenga un lugar para hacer su trabajo.
L: ¿Cuándo fue que les ofrecieron esta oportunidad?
A: Fue hace cuatro años
L: ¿Y cuánto demoró? ¿Cuánto fue el proceso desde que les ofrecieron hasta que pudieron abrir?
V: Casi seis meses.
A: Sí, entre los permisos y todo, pero fueron unos seis meses. También esto significa tener nosotros un espacio para ensayar. Que eso a veces era en el garaje de casa, en la casa de la abuela de fulano…
V: En la azotea de otro…
L: O sea, después de tantos años del Grupo Teatral Aventura, fue como una recompensa, un premio… Tener su espacio era lo que faltaba.
A: Sí… Siempre igual teníamos la idea de que teníamos un espacio en el aire porque como que en todos lados siempre tuvimos la suerte de que nos dieran lugar. No nos sentíamos unos parias.
L: Siempre lo resolvieron. Pero dejaron de ser nómades.
V: ¡Claro!
L: ¿Ustedes piensan que siguen haciendo falta espacios escénicos?
A: No sé si es tan así porque veo que muchos espacios no convencionales se convierten en espacios teatrales, entonces no sé hasta dónde. Porque a veces la gente no quiere estar un teatro, pero sí en una casona que acondicionan. Yo veo la cartelera ahora y es impresionante la cantidad de obras que hay Pero no veo a nadie que me diga “tengo un espectáculo y no tengo dónde presentarlo” Capaz estaría bueno que hubiera un par de teatros más “formales” digamos, pero también… cómo se mantiene eso.
L: Ahora hay una tendencia a espacios más alternativos.
A: Hay muchos, sí.
V: Yo lo que sí veo en el debe es la difusión en los medios. Eso lo veo como un debe absolutamente importante.
A: Se le presta mucha atención a lo extranjero que viene y a lo de acá, nada. La televisión por ejemplo, que antes los artistas uruguayos estaban en la televisión anunciando sus cosas y haciendo cosas para la televisión. Ahora como que no existen prácticamente.
V: No te abren las puertas en todos lados. Sí si sos muy conocido, entonces podés acceder, y si estás en la tele podés promocionar lo que estás haciendo…
L: Es un lugar de privilegio digamos…
A: La difusión cuesta mucho sí…
V: Hay mucha gente que se esfuerza años, y no puede conseguir treinta segundos.
L: ¿Ustedes acá lo ven con los grupos que se presentan?
A: Sí, todos nos dicen lo mismo: “cómo cuesta la difusión”. Eso es complicado.
L: Que cuesta conseguir espacios, especialmente en televisión.
A: Sí… pero mirá que también diarios y radios. Es muy complicado. Un espectáculo uruguayo no llama especialmente la atención.
L: Que no es nuevo en realidad. Ya casi que uno se ha acostumbrado.
A: Sí, pero no es justo. Digo, bienvenidos los colegas extranjeros, somos todos compañeros, pero si se les difunde que nos difundan también a nosotros.
L: ¿Qué cuota de responsabilidad puede tener el artista en esa falla?
V: No sé si del artista… Si nadie te abre una puerta para que te conozcan, ¿cómo hacés?
A: De pronto lo que puede ser es que, como somos todos grupos independientes y cuesta conseguir dinero también porque la difusión es floja, no vienen tantos espectadores por todo eso, entonces nadie puede darse el lujo de tener un gestor que le haga la difusión y trámites, y trate de derribar barreras por todos lados. Entonces hacemos todo nosotros, que no estamos especializados, y bueno, es como un círculo vicioso.
V: Sí, pero mucho con el apoyo de COFONTE también. Nos ha ayudado en varias cosas. Cada día te vas dando cuenta que hay algo que falta, y que mejorar.
A: Y gracias también a que nosotros somos miembros de la Federación Uruguaya de Teatro Independiente (FUTI) entonces tenemos también ese apoyo.
L: Después de tantos años de trayectoria también confiaron en ustedes, sabiendo que de este proyecto iban a hacer algo bueno.
V: Claro, nos prestaron desde luces y todo… Al principio estábamos adelante ahí con una sillita y la consola. Después más adelante hicimos la cabina. Después tuvimos que hacer tarimas…
L: O sea no esperaron a que estuviera ideal. Abrieron como estaba y empezaron a mejorarlo.
A: Claro… y te das cuenta que necesitás técnicos fijos…
V: Lo bueno también de esto es que uno fue aprendiendo, fue conociendo, vas conociendo gente, te vas vinculando, vas sabiendo de ciertas cosas que necesitás, y te das cuenta de todas las otras salas, los otros colegas, de lo que necesitan. Que necesitás que vengan los bomberos… Son un montón de cosas. Vos te pensás que es “abro la puerta y ta” no…
L: Sí, que el espacio está lindo y ya sirve.
A: Uno veo otras salas y piensan que tienen ya todo digerido y todo bien, pero no… Todo cuesta, da trabajo, y lo vivimos también nosotros.
V: Y lo bueno también es que hemos dado trabajo a un montón de gente, y eso nos hace sentir bárbaro.
A: También con grupos que recién empezaban y querían hacer un espectáculo y lo hicieron acá por primera vez. Es muy lindo recibir a gente que recién empieza y ayudarlos a que tenga un lugar para hacer su trabajo.
L: ¿Cuándo fue que les ofrecieron esta oportunidad?
A: Fue hace cuatro años
L: ¿Y cuánto demoró? ¿Cuánto fue el proceso desde que les ofrecieron hasta que pudieron abrir?
V: Casi seis meses.
A: Sí, entre los permisos y todo, pero fueron unos seis meses. También esto significa tener nosotros un espacio para ensayar. Que eso a veces era en el garaje de casa, en la casa de la abuela de fulano…
V: En la azotea de otro…
L: O sea, después de tantos años del Grupo Teatral Aventura, fue como una recompensa, un premio… Tener su espacio era lo que faltaba.
A: Sí… Siempre igual teníamos la idea de que teníamos un espacio en el aire porque como que en todos lados siempre tuvimos la suerte de que nos dieran lugar. No nos sentíamos unos parias.
L: Siempre lo resolvieron. Pero dejaron de ser nómades.
V: ¡Claro!
L: ¿Ustedes piensan que siguen haciendo falta espacios escénicos?
A: No sé si es tan así porque veo que muchos espacios no convencionales se convierten en espacios teatrales, entonces no sé hasta dónde. Porque a veces la gente no quiere estar un teatro, pero sí en una casona que acondicionan. Yo veo la cartelera ahora y es impresionante la cantidad de obras que hay Pero no veo a nadie que me diga “tengo un espectáculo y no tengo dónde presentarlo” Capaz estaría bueno que hubiera un par de teatros más “formales” digamos, pero también… cómo se mantiene eso.
L: Ahora hay una tendencia a espacios más alternativos.
A: Hay muchos, sí.
V: Yo lo que sí veo en el debe es la difusión en los medios. Eso lo veo como un debe absolutamente importante.
A: Se le presta mucha atención a lo extranjero que viene y a lo de acá, nada. La televisión por ejemplo, que antes los artistas uruguayos estaban en la televisión anunciando sus cosas y haciendo cosas para la televisión. Ahora como que no existen prácticamente.
V: No te abren las puertas en todos lados. Sí si sos muy conocido, entonces podés acceder, y si estás en la tele podés promocionar lo que estás haciendo…
L: Es un lugar de privilegio digamos…
A: La difusión cuesta mucho sí…
V: Hay mucha gente que se esfuerza años, y no puede conseguir treinta segundos.
L: ¿Ustedes acá lo ven con los grupos que se presentan?
A: Sí, todos nos dicen lo mismo: “cómo cuesta la difusión”. Eso es complicado.
L: Que cuesta conseguir espacios, especialmente en televisión.
A: Sí… pero mirá que también diarios y radios. Es muy complicado. Un espectáculo uruguayo no llama especialmente la atención.
L: Que no es nuevo en realidad. Ya casi que uno se ha acostumbrado.
A: Sí, pero no es justo. Digo, bienvenidos los colegas extranjeros, somos todos compañeros, pero si se les difunde que nos difundan también a nosotros.
L: ¿Qué cuota de responsabilidad puede tener el artista en esa falla?
V: No sé si del artista… Si nadie te abre una puerta para que te conozcan, ¿cómo hacés?
A: De pronto lo que puede ser es que, como somos todos grupos independientes y cuesta conseguir dinero también porque la difusión es floja, no vienen tantos espectadores por todo eso, entonces nadie puede darse el lujo de tener un gestor que le haga la difusión y trámites, y trate de derribar barreras por todos lados. Entonces hacemos todo nosotros, que no estamos especializados, y bueno, es como un círculo vicioso.

L: La pregunta que siempre surge es, ¿qué pasa con la formación académica del artista? En este caso, como actores. Que nos forman con un método, pero a la hora de emprender eso no alcanza. Falta conocimiento que, por más artístico que sea el proyecto, tiene las mismas necesidades que cualquier negocio. ¿Enfrentaron esa carencia?
A: Lo enfrentamos en el día a día cuando íbamos descubriendo las otras cosas que necesitábamos hacer. Se necesita producir, y bueno, tratamos de hacer la producción. Se necesita difundir, tratamos de hacer la difusión. Pero a veces había cosas para las que no estábamos formados. Nos habíamos formado para actuar o dirigir, o hacer luces, pero no para otras tareas que son igual de importantes.
L: ¿Cómo resolvieron ahí?
V: Tenemos la suerte que somos un grupo humano y bastante compacto, de años. No estamos en tránsito, entonces no vivimos solo del teatro. Todos tenemos otras ocupaciones, entonces (por suerte) tenemos compañeros que son ingenieros, otros que son escribanos, otros que hacen administración de empresas. Y bueno, entre todos nos juntamos.
L: Bien, aplicaron esos oficios que parecen ajenos al arte y los volcaron al servicio.
V: ¡Sí! Y así día a día. Y después vamos viendo que es lo que nos está faltando para ir arreglándolo.
L: ¿Ustedes consideran que hace falta en la formación académica del artista, reforzar esa formación emprendedora o de auto gestión?
A: Sí, podría ser. O si se puede tener a alguien que lo haga está bien, el tema es poder solventar.
L: Es difícil… supongo que ustedes estarán enfrentándose todos los días a mil obstáculos.
A: Sí, sí, claro.
L: Pero se puede. Lo están haciendo.
A: ¡Se puede!
V: Sí… a pesar de.
L: Y eso es lo rico. Justamente la idea de este ciclo es demostrar que puede haber un montón de obstáculos, pero aún así hay gente que lo está haciendo.
A: Claro, porque te gusta hacerlo y le dedicás todo el esfuerzo.
L: ¿Esa sería la clave, o cual sería? ¿Por qué uno sigue, e insiste y logra?
V: Dedicarte…
A: Porque lo tiene en la sangre. Es la tarea que te gusta.
V: Nosotros tenemos compañeros que han dejado su trabajo para dedicarse de lleno a esto. Si realmente es algo que a vos te gusta, es algo que lo llevás adentro, vos tenés que seguirlo. Tenés que seguir tu sueño. Y bueno… hay que golpear puertas, y en algún momento se va a abrir y se te va a dar la oportunidad. Porque si te quedás sentado nadie te va a venir a buscar. Hay que salir a buscar.
A: Hay unos que se cansan y otros que no. Que seguimos y seguimos.
L: Ustedes que están relacionados con la docencia y están relacionados con gente que quiere dedicarse a esto, jóvenes que se acercan para vivir de esto. Pero finalmente se van apagando con eso de “en Uruguay del Arte no se puede vivir” ¿Ustedes lo ven eso?
A: En algunas personas a veces se apaga la llama. Pero creo que el que tiene la llamita y la mantiene siempre encuentra la manera o trata de encontrar otra. Porque esto tiene muchas cosas. Mucho se puede hacer dentro del arte.
L: A veces pasa en el entorno más íntimo, por ejemplo, los padres con eso de “me dijeron que tengo que estudiar una carrera”
A: Hoy, como hay más lugares donde se estudia los padres ven más que es un estudio que mucha gente hace.
L: Lo ven como una posibilidad.
A: En general creo que esa imposición no existe más. Y con lo que te decía de la “llamita”, hay gente que de pronto actúa, pero despúes por mucho tiempo no actúa pero la llamita esa creo que siempre sigue prendida.
V: Si tenés esa inquietud, si te bajás, más adelante te vas a subir en el siguiente vagón
L: ¿Y ustedes qué responden a la pregunta del millón que hacemos en este ciclo? ¿Se puede vivir del arte en Uruguay?
A: Yo creo que del arte en general podés llegar a vivir. Tenés que buscar los complementos, pero creo que se puede llegar a eso si lo hacés de alma, y lo vas haciendo bien, vas a encontrar tu lugar.
V: No es fácil pero… siempre hay que salir a golpear.
L: Hay gente que ya entra en este estudio pensando “ya sé que voy a tener que trabajar de otra cosa”
A: A veces puede ser que ayuden eso con alguna otra actividad, pero yo creo que el que se dedica puede. Puede sí. Hay cantidad de vetas, de cosas.
L: ¿Qué pasa con el tema de la monetización, la valorización del trabajo? ¿Por qué nos cuesta ponerle precio a lo que hacemos?
A: Eso es un poco restos de la uruguayez… si sos actriz, la gente piensa que deberías trabajar en algo que sea más serio. “Sos actriz, a ver, cantá, bailá un poco” O está bien, “invítame pero no tengo porqué pagarte”
L: ¡Pero pasa entre colegas eso! ¿No me dejás un 2 x 1? ¿No me dejás una invitación? ¡Entre nosotros!
A: ¡Claro! Sí…
L: Por eso antes me refería un poco a esa “falla”. Si no seremos nosotros los que proyectamos esa desvalorización.
A: Otros trabajos son naturalmente remunerados. La parte artística… “es una gracia que hace la nena” pero no ven que es un trabajo.
V: El tema es, hay tantas cosas ahora por las redes, promociones, y vos decís bueno “quiero que venga gente a mi espectáculo” entonces lo promocionás por diferentes cosas. Y yo hay una cosa que me planteo: ¿hasta cuánto vale la pena promocionar y regalar simplemente por el hecho de que venga gente? Uno tiene que decir “esto vale tanto”
A: Lo enfrentamos en el día a día cuando íbamos descubriendo las otras cosas que necesitábamos hacer. Se necesita producir, y bueno, tratamos de hacer la producción. Se necesita difundir, tratamos de hacer la difusión. Pero a veces había cosas para las que no estábamos formados. Nos habíamos formado para actuar o dirigir, o hacer luces, pero no para otras tareas que son igual de importantes.
L: ¿Cómo resolvieron ahí?
V: Tenemos la suerte que somos un grupo humano y bastante compacto, de años. No estamos en tránsito, entonces no vivimos solo del teatro. Todos tenemos otras ocupaciones, entonces (por suerte) tenemos compañeros que son ingenieros, otros que son escribanos, otros que hacen administración de empresas. Y bueno, entre todos nos juntamos.
L: Bien, aplicaron esos oficios que parecen ajenos al arte y los volcaron al servicio.
V: ¡Sí! Y así día a día. Y después vamos viendo que es lo que nos está faltando para ir arreglándolo.
L: ¿Ustedes consideran que hace falta en la formación académica del artista, reforzar esa formación emprendedora o de auto gestión?
A: Sí, podría ser. O si se puede tener a alguien que lo haga está bien, el tema es poder solventar.
L: Es difícil… supongo que ustedes estarán enfrentándose todos los días a mil obstáculos.
A: Sí, sí, claro.
L: Pero se puede. Lo están haciendo.
A: ¡Se puede!
V: Sí… a pesar de.
L: Y eso es lo rico. Justamente la idea de este ciclo es demostrar que puede haber un montón de obstáculos, pero aún así hay gente que lo está haciendo.
A: Claro, porque te gusta hacerlo y le dedicás todo el esfuerzo.
L: ¿Esa sería la clave, o cual sería? ¿Por qué uno sigue, e insiste y logra?
V: Dedicarte…
A: Porque lo tiene en la sangre. Es la tarea que te gusta.
V: Nosotros tenemos compañeros que han dejado su trabajo para dedicarse de lleno a esto. Si realmente es algo que a vos te gusta, es algo que lo llevás adentro, vos tenés que seguirlo. Tenés que seguir tu sueño. Y bueno… hay que golpear puertas, y en algún momento se va a abrir y se te va a dar la oportunidad. Porque si te quedás sentado nadie te va a venir a buscar. Hay que salir a buscar.
A: Hay unos que se cansan y otros que no. Que seguimos y seguimos.
L: Ustedes que están relacionados con la docencia y están relacionados con gente que quiere dedicarse a esto, jóvenes que se acercan para vivir de esto. Pero finalmente se van apagando con eso de “en Uruguay del Arte no se puede vivir” ¿Ustedes lo ven eso?
A: En algunas personas a veces se apaga la llama. Pero creo que el que tiene la llamita y la mantiene siempre encuentra la manera o trata de encontrar otra. Porque esto tiene muchas cosas. Mucho se puede hacer dentro del arte.
L: A veces pasa en el entorno más íntimo, por ejemplo, los padres con eso de “me dijeron que tengo que estudiar una carrera”
A: Hoy, como hay más lugares donde se estudia los padres ven más que es un estudio que mucha gente hace.
L: Lo ven como una posibilidad.
A: En general creo que esa imposición no existe más. Y con lo que te decía de la “llamita”, hay gente que de pronto actúa, pero despúes por mucho tiempo no actúa pero la llamita esa creo que siempre sigue prendida.
V: Si tenés esa inquietud, si te bajás, más adelante te vas a subir en el siguiente vagón
L: ¿Y ustedes qué responden a la pregunta del millón que hacemos en este ciclo? ¿Se puede vivir del arte en Uruguay?
A: Yo creo que del arte en general podés llegar a vivir. Tenés que buscar los complementos, pero creo que se puede llegar a eso si lo hacés de alma, y lo vas haciendo bien, vas a encontrar tu lugar.
V: No es fácil pero… siempre hay que salir a golpear.
L: Hay gente que ya entra en este estudio pensando “ya sé que voy a tener que trabajar de otra cosa”
A: A veces puede ser que ayuden eso con alguna otra actividad, pero yo creo que el que se dedica puede. Puede sí. Hay cantidad de vetas, de cosas.
L: ¿Qué pasa con el tema de la monetización, la valorización del trabajo? ¿Por qué nos cuesta ponerle precio a lo que hacemos?
A: Eso es un poco restos de la uruguayez… si sos actriz, la gente piensa que deberías trabajar en algo que sea más serio. “Sos actriz, a ver, cantá, bailá un poco” O está bien, “invítame pero no tengo porqué pagarte”
L: ¡Pero pasa entre colegas eso! ¿No me dejás un 2 x 1? ¿No me dejás una invitación? ¡Entre nosotros!
A: ¡Claro! Sí…
L: Por eso antes me refería un poco a esa “falla”. Si no seremos nosotros los que proyectamos esa desvalorización.
A: Otros trabajos son naturalmente remunerados. La parte artística… “es una gracia que hace la nena” pero no ven que es un trabajo.
V: El tema es, hay tantas cosas ahora por las redes, promociones, y vos decís bueno “quiero que venga gente a mi espectáculo” entonces lo promocionás por diferentes cosas. Y yo hay una cosa que me planteo: ¿hasta cuánto vale la pena promocionar y regalar simplemente por el hecho de que venga gente? Uno tiene que decir “esto vale tanto”

L: ¿Sienten que el artista mismo proyecta un poco de eso?
A: Sí… te da timidez cobrar porque chocás con esa mentalidad, que ser artista es una gracias. “Ah sos artista, ¿pero de qué trabajás?”
L: Esa es “la” pregunta…
V: Es que hay tantas promociones que a vos mismo te da como eso de que “hay que bajar” “todo el mundo está pidiendo descuento” y después te da bronca cuando viene otra gente y pagan mil pesos una entrada… Atrás de un espectáculo hay mucha dedicación, son horas y horas de trabajo. Y eso vale, por más que te guste, vale. Y nosotros mismos hacemos para desvalorizar un poco.
A: Es parte de la profesionalización eso. Cobrás porque es tu trabajo.
L: Es como un círculo vicioso. ¿El de afuera el que no puede vernos como profesionales o somos nosotros que no proyectamos una imagen profesional?
A: Sí, por eso yo relacionaba con esa unión de todos para lucir bien como profesionales y demandar que nos den bolilla los medios.
L: ¿Consideran que Uruguay es un país amistoso para el emprendedor? Desde la legalidad y todo lo que conlleva mantener este emprendimiento en funcionamiento.
A: No te diría que es especialmente amistoso, pero digamos que es generoso. Todo puede ser complicado pero hay que buscarle las vueltas. Las leyes en general en protegen en muchos aspectos y si no, hay que pedir que te protejan en otros también. No creo que estén todas las puertas cerradas.
V: Ya de por sí, a mí no me gusta hacer trámites y bueno… me tocó bailarla. Que permiso para espectáculo, permiso para sala, que si no tenés un trámite no podés seguir adelante… Es como que una cosa te va trancando la otra. Después lo resolvés, pero en el momento…
A: Se te viene todo encima.
V: Y te cansa, llega un momento que te cansa.
A: Pero por suerte como nosotros somos muchos, a veces uno está descorazonado y viene uno y te dice “yo voy y te hago ese trámite”
L: Es lo lindo de trabajar en equipo, ¿no?
V: Sí…
L: El miedo a fracasar es algo que está latente en alguien que quiere emprender. ¿Ustedes pasaron por ese lugar?
A: Eso es universal… creo en todos lados pasa lo mismo. Nunca sabés si te va a ir bien, entonces todo el mundo pasa por períodos en que dice “largo todo” y después encuentra apoyo y decide seguir para adelante. La idea del fracaso siempre está por todos lados…
L: ¿Les pasó a ustedes? ¿Tuvieron algún momento de esos muy al límite alguna vez?
A: Tenemos altibajos. En una cosa te va mal y después en la otra te va bien. Como el libro de las memorias de nuestro gran querido maestro Candeau “Cada noche es un estreno” y bueno, es eso, cada noche te la jugás.
V: Al principio teníamos miedo de si alguien iba a conocer el lugar y teníamos muchas inquietudes, pero después sobre la marcha vas aprendiendo y vas viendo el cómo. Siempre el miedo está cuando vas a empezar algo, las inseguridades, uno carga una cantidad de cosas, y uno se pregunta “¿estamos en el camino?” Plan A, Plan B y Plan C.
L: Eso es lo importante, la actitud. Hay muchos que se quedan en el lugar por si les va mal.
A: Hay que tirarse, hay que animarse.
L: ¿Qué les dirían entonces a quienes quieren emprender de lo que aman?
A: ¡Hay que hacerlo!
V: Hay que hacerlo, y seguir, seguir… con lo que uno siente, con ganas, con todo. Uno tiene que hacer y ser feliz con lo que uno quiere. Entonces hay que hacerlo, hay que intentarlo.
A: En el mundo se necesita gente que haga las cosas, que haga de todo, entonces hay lugar para todos. Solo hay que buscarse el lugar.
L: Muchísimas gracias Vivian y Álvaro por este espacio.
A y V: Gracias a vos.
A: Sí… te da timidez cobrar porque chocás con esa mentalidad, que ser artista es una gracias. “Ah sos artista, ¿pero de qué trabajás?”
L: Esa es “la” pregunta…
V: Es que hay tantas promociones que a vos mismo te da como eso de que “hay que bajar” “todo el mundo está pidiendo descuento” y después te da bronca cuando viene otra gente y pagan mil pesos una entrada… Atrás de un espectáculo hay mucha dedicación, son horas y horas de trabajo. Y eso vale, por más que te guste, vale. Y nosotros mismos hacemos para desvalorizar un poco.
A: Es parte de la profesionalización eso. Cobrás porque es tu trabajo.
L: Es como un círculo vicioso. ¿El de afuera el que no puede vernos como profesionales o somos nosotros que no proyectamos una imagen profesional?
A: Sí, por eso yo relacionaba con esa unión de todos para lucir bien como profesionales y demandar que nos den bolilla los medios.
L: ¿Consideran que Uruguay es un país amistoso para el emprendedor? Desde la legalidad y todo lo que conlleva mantener este emprendimiento en funcionamiento.
A: No te diría que es especialmente amistoso, pero digamos que es generoso. Todo puede ser complicado pero hay que buscarle las vueltas. Las leyes en general en protegen en muchos aspectos y si no, hay que pedir que te protejan en otros también. No creo que estén todas las puertas cerradas.
V: Ya de por sí, a mí no me gusta hacer trámites y bueno… me tocó bailarla. Que permiso para espectáculo, permiso para sala, que si no tenés un trámite no podés seguir adelante… Es como que una cosa te va trancando la otra. Después lo resolvés, pero en el momento…
A: Se te viene todo encima.
V: Y te cansa, llega un momento que te cansa.
A: Pero por suerte como nosotros somos muchos, a veces uno está descorazonado y viene uno y te dice “yo voy y te hago ese trámite”
L: Es lo lindo de trabajar en equipo, ¿no?
V: Sí…
L: El miedo a fracasar es algo que está latente en alguien que quiere emprender. ¿Ustedes pasaron por ese lugar?
A: Eso es universal… creo en todos lados pasa lo mismo. Nunca sabés si te va a ir bien, entonces todo el mundo pasa por períodos en que dice “largo todo” y después encuentra apoyo y decide seguir para adelante. La idea del fracaso siempre está por todos lados…
L: ¿Les pasó a ustedes? ¿Tuvieron algún momento de esos muy al límite alguna vez?
A: Tenemos altibajos. En una cosa te va mal y después en la otra te va bien. Como el libro de las memorias de nuestro gran querido maestro Candeau “Cada noche es un estreno” y bueno, es eso, cada noche te la jugás.
V: Al principio teníamos miedo de si alguien iba a conocer el lugar y teníamos muchas inquietudes, pero después sobre la marcha vas aprendiendo y vas viendo el cómo. Siempre el miedo está cuando vas a empezar algo, las inseguridades, uno carga una cantidad de cosas, y uno se pregunta “¿estamos en el camino?” Plan A, Plan B y Plan C.
L: Eso es lo importante, la actitud. Hay muchos que se quedan en el lugar por si les va mal.
A: Hay que tirarse, hay que animarse.
L: ¿Qué les dirían entonces a quienes quieren emprender de lo que aman?
A: ¡Hay que hacerlo!
V: Hay que hacerlo, y seguir, seguir… con lo que uno siente, con ganas, con todo. Uno tiene que hacer y ser feliz con lo que uno quiere. Entonces hay que hacerlo, hay que intentarlo.
A: En el mundo se necesita gente que haga las cosas, que haga de todo, entonces hay lugar para todos. Solo hay que buscarse el lugar.
L: Muchísimas gracias Vivian y Álvaro por este espacio.
A y V: Gracias a vos.
¡Gracias Vivian y Álvaro!
Gracias por este mano a mano con Artista Emprendedor.
Gracias por este mano a mano con Artista Emprendedor.
Entrevista realizada en: Teatro PLATEA SUR | Entrevistados: Álvaro Loureiro y Vivian Sandleris | Entrevista realizada por: Leticia Mato | Asistencia: Paola Núñez | | Edición: Jorge Bentancur | Idea original: Artista Emprendedor con el apoyo de CIE - Centro de Innovación y Emprendimientos ORT y Red Emprende Cultura
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