![]() Ubicarse en el lugar que uno quiere siempre trae consigo las trampas de pasar por lugares incómodos. Muchas veces, tengo la sensación de que, aunque parezca todo lo contrario, el emprendedor queda colocado en la última fila. La mayoría piensa que al estar "al frente" estamos en un lugar de privilegio, pero lo cierto es que a veces, te toca estar en el peor lugar. Esto suele desanimar a muchos, en especial dentro del ambiente artístico, donde parte de nuestro trabajo es lograr reconocimiento, del bueno, en lo posible.
Pero elevar un proyecto de ciertas magnitudes es sinónimo y consecuencia de una serie de decisiones, constantes, sonantes y sostenidas en el tiempo, que claramente no pueden beneficiar a todo el mundo. En este cúmulo de decisiones, alguien se sentirá desatendido, o tal vez hasta molesto, y aquí es donde uno puede transformarse en el blanco de bombardeos, opiniones, y algunas cosas más. Hablando a propósito de esto, y traído a colación de una situación específica que estábamos viviendo en ese momento, una colega dio con el concepto justo: "es que vos estás siempre, quieras o no, en el peor lugar" Eso me dio mucho que pensar, no por la literalidad del asunto, porque yo no me sentía ni me siento en el peor lugar, si así fuera ya me hubiera movido, pero sí comprendí en nivel de responsabilidad que carga el emprendedor en sus hombros, porque es la suya y también la ajena, la de su equipo, la de su entorno, la de todo lo que él construyó. Desde nuestro lugar no podemos decir: "no es mi culpa, fue decisión de el/ella" porque aunque fuera cierto que directamente no fue tu error o decisión, sí asumiste el lugar de liderazgo desde los inicios, y ese lugar de liderazgo implica también ser responsable de absolutamente todo lo que los demás hagan a tu nombre o el nombre de tu empresa o proyecto. Al principio sentí mucho terror cuando caí en esta conclusión. ¿A quién se le ocurre semejante idea? Yo ya cometo demasiados errores como para encima hacerme cargo de las decisiones de los demás. Bueno, a mi. Y a todos los que tienen el valor de "ponerle el pecho a las balas". La pregunta es, ¿porqué se elige estar en ese supuesto "peor lugar"? Hace pocos días lo comprendí. En Circomedia aplico desde los inicios una cultura inquebrantable de respeto a la soberanía de cada artista docente en su materia. Esto implica dentro de muchas otras cosas, el reconocimiento de su idoneidad y libertad en la materia que imparten. No hay de mi parte imposiciones de ningún tipo sobre cómo deben proceder en cuanto a los grupos ni se me ocurre des autorizarlos quitándoles jerarquía sobre ellos, a no ser que sea extremadamente necesario. Esto es, porque confío en ellos plenamente, en su capacidad, como personas y como profesionales. Ellos, al mismo tiempo, aceptan funcionar dentro de esta cultura de trabajo, siempre y cuando se respete la filosofía esencial de Circomedia y se haga dentro del sistema creado para el coherente funcionamiento de todo el equipo. Tienen entonces, una gran responsabilidad. Si bien se asesoran y me piden consejos, son los que tienen la última palabra en todo, en certificaciones, egresos finales, casos problemáticos, pedidos especiales, etc. Y a esta altura del año, deben tomar grandes decisiones. La verdad es que son unos valientes... porque muchas veces, tienen que tomar decisiones que les duelen, aunque sepan que son las correctas ¿Pero qué pasa con esto? Primero que nada, que sean duras o tiernas estas determinaciones, afectan cada fibra del equipo y lo forjan como una estructura que nunca termina de tallarse. Pero lo más notorio, es que empieza a ser también mi decisión. Haya estado o no directamente vinculada con la situación, el blanco siempre es el primer eslabón de la cadena: el responsable final, el creador. Esto se aplica a todo proyecto o emprendimiento. Si en tu obra de teatro un actor toma una mala decisión escénica o comete un error, el público recae sobre el todo final: la obra es mala. O por el contrario si el brilla como nunca y hace un excelente trabajo, tu obra y tú como director, creador, dramaturgo, productor, etc, serán debidamente agraciados. Si en mi Compañía un artista toma una decisión, voy a ser yo la que quede en la mira, para bien o para mal. Lo del medio no suele mirarse, y no vale victimizarse o caer en el "yo no fui, yo opinaba otra cosa, es responsabilidad de él/ella". Porque desde ese lugar no se levantan proyectos, ni se edifican emprendimientos, ni se elevan las grandes creaciones. Todo eso, nace desde "el peor lugar". Sos el que queda adelante cuando todos dan un paso atrás. Sos el que agarra la sartén por el mango. El que debe dar la cara cuando "las papas queman". Sos el blanco de las críticas, pero también, el guardián de la llave maestra. Entonces, visto así... no resulta tan terrible. ¿No? .Como siempre, te invito a colocarte en ese lugar de audacia e incomodidad, donde pasan las grandes cosas...
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
¡SEGUINOS!
¡ACCEDÉ GRATIS AL E-BOOK "LOS 5 PASOS PARA EMPRENDER CON TU PASIÓN"
|
LO ÚLTIMO DEL BLOG:
- ¿Todos podemos reinventarnos en la crisis?
- ¿Quién le pone precio a tu trabajo?
- El desequilibrio mágico
- Chau... ¡Año bisagra!
- Beneficios de ser un trepador
- ¿Quién le pone precio a tu trabajo?
- El desequilibrio mágico
- Chau... ¡Año bisagra!
- Beneficios de ser un trepador
Artista Emprendedor es un Programa de: